Álvaro González Ricci, presidente entrante del Banguat y JM brindó una entrevista a Prensa Libre para abordar esta coyuntura a pocos días de haber tomado la dirección de la banca central, y en la cual confirmó que se mantendrán los cuadros técnicos.
¿Cuál es la situación del tipo de cambio, que ya se cotiza a Q7.90 por dólar?
Hay un aumento en el tipo de cambio y como se ha dicho anteriormente es estacional y ahora existe mucha demanda de dólares por las importaciones de fin de año. Hay un argumento de que en otros años esto no se había dado, y hay que considerar que las importaciones hay crecido 31%, la factura petrolera ha sido mucho más alta por el tema de precios y más requerimiento de dólares.
Reitero que es un comportamiento normal; se espera que en noviembre y diciembre lo que se ha visto históricamente cuando empiecen a entrar las liquidaciones por las exportaciones, no hay tanta demanda de dólares, porque los importadores ya tienen sus mercancías por fin de año, empieza a regresar a la normalidad.
El banco central sigue con la regla cambiaria, la cual ha funcionado bastante bien y es lo que se está haciendo ahora.
¿Cuál es la demanda actual de divisas en el mercado?
Son US$100 millones diarios, y es una demanda normal. Con la regla de participación se va compensando un poco la demanda de dólares, y las importaciones que se liquidan y pagan en dólares han subido. Siempre pensemos que hay un factor especulativo que las personas ven que está subiendo el tipo de cambio y quieren cubrir posiciones.
En un comunicado que emitió una de las cámaras empresariales, también no es del todo correcto, en el sentido que se han retirado del mercado US$1 mil 396 millones de enero a la fecha, pero también se han inyectado US$1 mil 19 millones, y aquí se inyecta o retira dependiente el comportamiento del tipo de cambio.
Entonces hay una sobredemanda…
Hay una sobredemanda que está rebasando los US$100 millones y a partir de eso el tipo de cambio viene para arriba; no se han hecho intervenciones fuera de lo normal, y lo más que se puede hacer son US$50 millones diarios, no se ha sobrepasado eso, porque el análisis es que hay un crecimiento en las exportaciones que conlleva a que suba la variable.
Esto se va a empezar a regularizar en noviembre y diciembre, que es lo que ha pasado todos los años.
Hay un exceso de demanda respecto de la oferta que es temporal, que normalmente se cubre con remesas familiares, pero los flujos de remesas y exportaciones no están alcanzando para cubrir las importaciones.
Si el tipo de cambio se estuviera depreciando y se dispararan los parámetros de volatilidad, entonces se tendría que hacer una participación discrecional como se hizo en la pandemia, que en un día el tipo de cambio casi se disparó 20 centavos.
Se habilitó una nueva ventanilla para vender dólares a los bancos del sistema, ¿qué resultados esperan?
Esa ventanilla ya estaba, se revisó un tema de tasa competitiva, y ya se habían hecho operaciones por US$24 millones. El mecanismo va a ayudar a que aquellos bancos que tengan necesidad de dólares puedan descontar instrumentos de deuda, por ejemplo, bonos del Tesoro, obtener liquidez a cambio para bajar presión al mercado y a cubrir parte de la demanda que tienen los bancos. Solo es una operación de reporto, lo que se significa que al vencimiento se devolverá el título.
La Cámara de Comercio de Guatemala salió con pronunciamientos de críticas por el comportamiento del tipo de cambio, y piden el retiro del mecanismo de intervención por acumulación de reservas monetarias, ¿cuál es su reacción?
Ahora la sobredemanda de dólares se debe a que hay un incremento del 31% de las importaciones, la factura petrolera, así como el ingreso de divisas por remesas, y no se ha comprado por el mecanismo en septiembre y en octubre, y se ha estado vendiendo, para bajar el tipo de cambio.
Pero la regla se activa solo por volatilidad, porque no se quiere cambiar la tendencia, y se pone un límite diario.
¿Cuál es el mensaje para los agentes económicos sobre esta variable?
Mantener la calma, la prudencia, porque es estacional, hay un incremento en las importaciones, en la factura petrolera y todas las empresas están importando las mercancías que van a comercializar al fin de año. En noviembre y diciembre el tipo de cambio se empezará a regularizar y comenzará a la normalidad.
El tipo de cambio está a 1.9% de apreciación, ni siquiera se ha llegado al 2% de diferencial.
¿Qué se esperaría en el corto plazo el comportamiento de la tasa de interés en el sistema financiero?
Se ha venido subiendo la tasa líder de interés, y era 2.75% antes de la pandemia, y bajó a 1.75% que fue una medida que se tomó para poder bajar el costo de los prestamos; después se regresó a 2.75% y subió 0.25 puntos básicos más y ahora está en 3% y seguimos en una tasa prepandemia.
No se ha visto un incremento sustancial en las tasas activas de los bancos, y el mensaje es subir un poco la tasa, en respuesta también a lo que está pasando en Estados Unidos. Si la tasa sube, no se puede quedar uno estático, y puede haber algún riesgo de fuga de capitales, pero reitero que se ha sido muy prudente en subir la tasa líder, en comparación con otros países que son más agresivos.
Hay que ser prudentes en este sentido, para evitar que tenga efectos drásticos en el tipo de tasa que prestan los bancos.
¿Cuándo podría verse una reacción a los usuarios del sistema?
Consideramos que se empezará a observar, y por ejemplo los créditos hipotecarios son los últimos en ser afectados, que son créditos a 20, 25 y 30 años que un cambio en la tasa puede cambiar la cuota, y estos créditos se han mantenido con relativa estabilidad, al igual del empresarial mayor.
¿Qué decisión podría tomarse en noviembre, cuando se conozca tasa de interés por la JM?
Hay que esperar qué va a hacer la Reserva Federal de Estados Unidos, y entendemos que podría subir la tasa, aunque ya se empieza a controlar la inflación en ese país y a estabilizar. Vamos a revisar si es necesario subir la tasa líder o dejarla igual.
En Estados Unidos suben las tasas y las bolsas (de valores) se tambalean, pero en Guatemala al subir, es brindarles la señal a los bancos que la activa y pasiva va subiendo.
¿Cuál es la tendencia de la inflación en Guatemala ahora en septiembre, aunque no está el dato oficial?
El ritmo se va a mantener y va a empezar a reducir en noviembre y diciembre, pero esperamos que la inflación sea un poco alta. Es la división de alimentos, porque los combustibles ya se redujeron en septiembre, y estamos observando que todavía hay impactos de choques de oferta en alimentos que se estarían disipando en noviembre y diciembre.
El cierre del indicador en el año es de 8.75%, y la caída más fuerte será en 2023 y lo más importante es que los sistemas de metas explicitas de inflación es un horizonte más largo.
Para finalizar del 2023 vamos a estar en la meta del 5% que es la estimación, pero con una reducción de tres puntos porcentuales de la inflación.
¿Qué se esperaría para los siguientes meses en el ritmo inflacionario?
A menos que existieran cosas fuera de control externos y que no se pueda predecir, para 2023 se esperaría regresar a los rangos planteados del 5%, y con el movimiento de la tasa líder, empezará a revertir la inflación y que comienza a bajar.
¿Cuál es el escenario sobre el comportamiento de la economía en EE. UU., que ya se declaró en recesión técnica?
La definición de recesión técnica aún no se ha dado. Cuando lo vemos interanualmente la economía de Estados Unidos aún está creciendo y este año va a crecer alrededor del 2% positivo. Inter- trimestralmente sí está cayendo, y para que exista una recesión se necesita que allá una caída en las actividades de manera generalizada, una caída en el empleo y el desempleo aumento y eso no está ocurriendo.
La economía de EE. UU., va a crecer muy poco, pero va a crecer, y el reto será el 2023.
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