Los españoles fundaron Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1541 y establecieron allí la sede de su administración regional. En 1776 varios terremotos destruyeron la ciudad, por lo que la capital se trasladó a Ciudad de Guatemala. La urbe arrasada se conoció entonces con varios nombres, como “antigua ciudad” y “arruinada Guatemala”, aunque finalmente se optó por Antigua Guatemala.
México
Tiene muchas poblaciones de gran belleza que conservan intacto su pasado español: Oaxaca, Mérida, Zacatecas, Puebla… seleccionaron San Miguel de Allende (Guanajuato) por su conjunto de edificios conservados de los siglos XVII y XVIII, sus calles empedradas, sus patios arbolados y su hermosa plaza Principal.
Colombia
Cartagena de India, fue seleccionada por la historia de Cartagena. Se escribió a fuerza de saqueos: el entonces puerto español era el blanco preferido de los piratas del Caribe. La huella de estos tiempos puede verse en la muralla que rodea el casco antiguo –puede recorrerse a pie-, en el Castillo San Felipe de Barajas y en el Museo Naval del Caribe, que recrea batallas históricas en defensa del emplazamiento. Tanto la ciudad como el castillo son patrimonio mundial de la Unesco desde 1984.
Perú
Cuzco, -Qosqo-, en quechua- fue la capital del Imperio inca y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú. De ambos hechos enfrentados bebe su historia, que mezcla preciosos edificios de la época de dominio español con impresionantes restos de la civilización precolombina, como los sillares de Sacsayhuaman. Es, además, la puerta de entrada al imponente Machu Picchu, la joya inca.
Ecuador
Quito. La Unesco elaboró su primera lista del patrimonio mundial en 1978, que incluía tesoros como el templo de Abu Mena, en Egipto, y Monte Saint-Michel francés. El organismo cultural de la ONU también escogió la capital ecuatoriana como una de las maravillas del mundo a proteger. Quito fue así la primera ciudad del mundo en obtener ese reconocimiento, compartido con Cracovia (en Polonia).
Bolivia
La ciudad boliviana de Potosí vivió un pasado esplendoroso durante la época colonial y dio nombre a una moneda, el potosí. La huella de este periodo puede verse en la Casa de la Moneda (en la imagen), que muestra la historia de una tierra de la que se extrajeron toneladas de plata para financiar al Imperio Español. En la actualidad casi todas las minas son improductivas, pero su viejo auge se recuerda todavía en el lenguaje popular con la frase “vale un Potosí”.
Brasil
Nos trasladamos a Brasil para descubrir el pasado colonial portugués en Ouro Preto, pequeña ciudad (68 mil habitantes) del Estado de Minas Gerais con una gran herencia arquitectónica del siglo XVIII. Su nombre (en castellano, Oro Negro) procede de las minas de oro que explotó Portugal durante ese siglo. Agotadas las reservas áureas, hoy la ciudad vive del turismo. Es patrimonio mundial desde 1980.
Nicaragua
Granada es la ciudad más antigua de Nicaragua, ya que fue fundada por el andaluz Francisco Hernández de Córdoba en 1524. Quienes la visitan, ávidos de contemplar sus numerosas muestras de arquitectura colonial y neoclásica, suelen llamarla La Gran Sultana, por su apariencia morisca que la asemeja a la Granada española.
Cuba
Trinidad es una de las ciudades coloniales mejor conservadas de toda América, lo que le valió ser considerada patrimonio mundial de la Unesco en 1988. Fue fundada en 1514 por Diego Velázquez de Cuéllar en el centro de la isla de Cuba, una zona donde siglos después (en el XIX) prosperaría la industria azucarera. Los terratenientes que se enriquecieron con este cultivo levantaron lujosas mansiones que permanecen intactas, como detenidas en el tiempo.
Uruguay
El barrio histórico de Colonia del Sacramento (Uruguay) muestra calles empedradas, angostas y de piedra, y viviendas y edificios que mezclan los estilos portugués, español y post-colonial. Se recomienda pasear por su muralla del siglo XVIII o recorrer sus avenidas en un automóvil antiguo. Por la noche, en la hora bruja, el empedrado de las calles se ilumina sutilmente con farolas, mientras aparecen grupos de música en vivo y gente bailando entre los coches que permiten se transportado a otra época.