El impacto es para el fisco y para la industria que no percibe ingresos de derechos, explicó Rodolfo Mendoza, director ejecutivo de la Asociación de Programadores, Distribuidores y Agentes de Canales de Televisión por Cable para Centroamérica (Aprodica).
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El desglose es por unos Q150 millones que no logran recaudarse por los impuestos sobre la renta (ISR) y al valor agregado (IVA), unos Q21 millones que no recibe la Unidad de Control y Supervisión (Uncosu) entidad adscrita al Ministerio de Comunicaciones, que es la encargada de cumplir con la Ley Reguladora del uso y captación de las señales vía satélite y su distribución por cable.
Además de unos Q230 a Q240 millones que se dejan de percibir por el pago de los derechos de contenidos.
El directivo explicó que hay más de mil empresas que prestan el servicio del cable, pero en la Uncosu solo están registradas unas 414 y se proyecta que solo el 40% de las compañías están en la formalidad.
Esa situación, añadió se dejan de percibir los referidos impuestos, y por el otor lado no se reportan el número de usuarios que generan un tributo para las municipalidades y otro que está destinado para la Uncosu.
Mendoza, explicó que, de acuerdo con los últimos datos del Censo de Población y Vivienda, un millón 800 mil hogares tienen cable, solo se reportan 529 mil hogares, lo que significa que menos del 30% de hogares esta reportado.
El directivo, afirmó que Uncoso deja de percibir por lo menos unos Q21 millones anuales.
El otro flagelo es que las empresas de cable no pagan los contenidos que “prácticamente jalan la señal, la transmite y no pagan”, expresó Mendoza.
La estimación es que las pérdidas para la industria son de Q230 millones a Q240 millones anuales.
El directivo expuso que al sumar la falta de pagos de impuestos más el contenido y los derechos que no se pagan, el monto total es de unos Q400 millones.
“El pirata es un comerciante que se aprovecha en gran escala en una organización muy bien montada y que tiene grandes rentas”, afirmó.
Sobre el contenido pirata, Mendoza explicó que el 60% son películas y series, el 10% eventos deportivos y el 6% es música, por lo que se considera que el contenido es del 76% que se transmite sin pagar los debidos impuestos y derechos y que se bajan de internet de manera ilegal.
Redes internacionales
Francisco Escutia, Ceo de Latin America Anti-Piracy & Intellectual Property Consulting (LAAPIP), expuso que en el negocio de la piratería online existen redes criminales internacionales, que buscan obtener los datos de las personas y el gancho siempre es el entretenimiento, que es lo más fácil.
“El acceder a una pagina de internet se solicitan, nombre, correo electrónico, tarjeta de crédito, direcciones y paginas de redes sociales que son datos y una mina de oro”, afirmó.
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Escutia, indicó que el fin es para el robo de identidades para cometer estafas y extorciones y es oro para los delincuentes que están atrás de estos negocios.
En la actividad participaron las autoridades de la Fiscalía de la Propiedad Intelectual y del Registro de la Propiedad Intelectual, quienes aseguraron que se debe de trabajar en una mesa de coordinación para hacerle frente a este flagelo, como ocurre en otros países.
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