Economía

Guatemala puestos 78 y 77

Tal vez se ha enterado del ranquin de Guatemala en la FIFA hasta el 15 de septiembre, la posición 77, esto a pesar de no pasar a la siguiente ronda de clasificación. Por estas mismas fechas también se ha hecho público otro ranquin internacional, donde el país está en la posición 78: se trata del Reporte Mundial de Competitividad (WCR, en inglés). Una de las diferencias entre ambos es que la copa mundial para la competitividad no es cada cuatro años, sino un indicador anual que debe mejorarse diariamente.

El reporte elaborado por el Foro Económico Mundial, y en el caso de los países centroamericanos con el apoyo técnico del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clads) del Incae, es una herramienta que permite medir la competitividad de los países contra ellos mismos en el tiempo y contra otros países del mundo.

Estar en la posición 78 de 138 dice algo, pero no suficiente. Primero, comparémonos con los primeros cinco: Suiza, Singapur, Estados Unidos, Holanda y Alemania, países que se mantienen desde hace varios años en esos lugares. Tal vez comparándonos con algunos países más cercanos de Latinoamérica sirva de algo: Chile 33, Costa Rica 54 o Panamá 42, o con nuestros vecinos inmediatos, México 51, Honduras 88 y El Salvador 105.

Comparándonos con nosotros mismos, en el 2013 estábamos en el lugar 86 y desde hace tres años no nos movemos del 78, no empeoramos a pesar de la crisis del año pasado, pero seguimos estancados en esa posición. El análisis de algunos de los doce pilares del Informe refleja en buena medida la realidad nacional, y la comparación con el líder mundial y latino nos sirve de alguna referencia.

En mercado de bienes, financieros y sofisticación de negocios, Guatemala se encuentra casi a la par del líder latinoamericano. En educación superior, tamaño del mercado, preparación tecnológica e instituciones estamos bastante alejados de los líderes latinos y todavía más de los mundiales.

Posiblemente, los indicadores de instituciones y de educación primaria y salud nos sirven para “aterrizar” el análisis. En el primero se hace referencia a los costos asociados al crimen organizado, ética en las empresas, favoritismo en decisiones de oficiales gubernamentales y malgasto gubernamental, esto claramente es lo más urgente. En el pilar salud y educación primaria, el indicador calidad de educación primaria es 130, prácticamente en “la cola” del reporte mundial. También de penúltimos a nivel internacional en calidad de las matemáticas y educación científica. Otros indicadores preocupantes son el costo de procedimientos aduaneros (111) y el de efectividad de la política antimonopolios.

Claro está que el reporte no tendría mayor utilidad si se ocupa para quejarse o lamentarse de lo “mal que estamos”, las críticas abundan y poco aportan para resolver. El WCR es una oportunidad para identificar temas que deberían tener alta prioridad en la estrategia gubernamental y privada de desarrollo. Intervenir los temas donde claramente la debilidad es mayor.

El fortalecimiento institucional de la SAT y específicamente en lo relativo a la gestión aduanera que ya está caminando tiene varios beneficios: apuntala los indicadores de disminución de favoritismos en las decisiones gubernamentales, esto en buena medida por la automatización de procesos, y alejar la interacción personal del funcionario con el contribuyente.

Por otro lado, modificar procedimientos para hacerlos más sencillos, menos propensos al error involuntario, eliminar digitación innecesaria de datos que ya posee la SAT y previsibilidad por parte del usuario de la aduana sobre la documentación y procedimientos es fundamental para disminuir la discrecionalidad, uno de los caldos de cultivo de la corrupción. El funcionamiento eficiente del Tribunal Aduanero y Tributario es fundamental en toda esta tarea, esta nueva institución será el reflejo que las cosas están cambiando para mejorar.

Esta vez no iremos al Mundial, pero seguramente nos acercaremos al líder latinoamericano de competitividad, Chile. Depende exclusivamente de nosotros.