HABLEMOS DE DINERO

5 preguntas que desnudan al turismo nacional (y que sugieren oportunidades) 

Un trabajo de PL Datos que escudriñó los resultados de Guatemala en la última década según el Índice de Competitividad Turística, comprobó lo que ya era un secreto a voces: la falta de infraestructura y la inseguridad afectan la forma en que el mundo ve al país.

Andrea Orozco

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El índice, elaborado por el Foro Económico Mundial cada dos años, no centra su análisis en los atractivos turísticos del país sino en el entorno: la higiene; los precios; los recursos naturales, culturales y humanos; la seguridad y la infraestructura de carreteras, aérea y de puertos.

1. ¿Dónde estamos?

¡Del 70 al 86! En el 2009, Guatemala obtuvo la mejor de las posiciones en los últimos 10 años, con 70 sobre 133 países evaluados, pero para el 2011 bajó al puesto 86 y alcanzó la peor calificación en el 2013 cuando se ubicó en el puesto 97 de 140 naciones. La recuperación permitió que alcanzara el puesto 80 en el 2015, pero para el 2017 volvió a bajar al lugar 86.

El clima de negocios y crear nuevas fuentes de empleo son oportunidades que se pierden al no tener un puesto privilegiado en la evaluación y esta, además, evidencia las debilidades que como país se deben superar.

2. ¿En qué fallamos?

Las calificaciones más bajas de las últimas cinco evaluaciones se han obtenido en el indicador de seguridad y protección, donde el país se ubica entre los últimos 20 países, es decir que hay más de 100 naciones que superan a Guatemala.

La evaluación en sostenibilidad ambiental también es una de las razones por las que el país no avanza en su evaluación, aquí el puesto más favorable se obtuvo por encima de 38 países, en el 2009.

En infraestructura terrestre y portuaria el país nunca ha podido subir de los últimos 60 puestos y en infraestructura de transporte aéreo se va en retroceso pues en el 2009 se obtuvo el puesto 71, pero para el 2017 se llegó al 118, solo mejorando la calificación a 18 países.

Jorge Mario Chajón, director del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), asegura que esta evaluación no depende solo del progreso que tenga el país, sino de lo que los otros países hacen o dejan de hacer para mejorar. “En el último índice tuvimos una baja, hay rezagos que se tienen como país que afectan el índice”, dice el funcionario.

3. ¿En qué destacamos?

Pero no todo es negativo. En cuanto a los puntos altos que tiene el país, los precios competitivos y los recursos naturales son indicadores que ocupan los mejores puestos durante las últimas cinco evaluaciones.

El primer indicador ha puesto al país entre los 30 mejores y en el último índice, el del 2017, la posición fue la 16, por lo que solo hay 15 naciones que superan las ofertas del país. En recursos naturales, la mejor calificación de Guatemala se obtuvo en el 2009 y se ha mantenido entre los mejores 47 evaluados, pero la tendencia es negativa, pues para el 2017 se cayó al puesto 45.

4. ¿Cuánto perdemos?

El problema con la infraestructura tiene que ver con la conectividad, no solo entre lugares turísticos, sino también en la conexión entre municipios y departamentos, por lo que recuperar las carreteras implica decisiones de estado.

Por ejemplo, es alarmante que el año pasado en Xetulul, Retalhuleu, se registrara un 10% menos de visitantes debido al deterioro de carreteras, según datos proporcionados por Luis Rey, presidente de la Cámara de Turismo (Cantur). La infraestructura también evalúa el acceso a hospitales, el nivel de servicios y calidad que hay en ellos.

En cuanto a seguridad, la medición respecto al turismo refleja que ha habido una mejora según
el presidente de Camtur, quien señala que la tasa de delitos en contra de turistas estadounidenses es una de las más bajas de América Latina y de los hechos que se registran, en el 65% no hubo violencia.

Pero según Chajón no hay un cálculo de cuánto pierde el país, “la infraestructura es mala pero tolerable para la toma de decisiones de adonde se va a vacacionar.  Lo que sí preocupa (a los turistas) es el tema de seguridad en el momento de tomar la decisión de adonde se va a vacacionar, pero no lo hemos cuantificado”.

Para Luis Rey, de Camtur, es muy difícil cuantificar lo que se pierde, “pero se puede ver que en los últimos años el crecimiento es de alrededor al 3-4% anual y en los países vecinos crecen a mayor ritmo. La inseguridad la tenemos desde hace años y el deterioro de la infraestructura es de aproximadamente 6 años”.

5. ¿A dónde están las oportunidades?

En lo micro, el tema de negocios sostenibles en materia turística es el que se puede fortalecer de manera más acelerada. Desde villas vacacionales ecológicas, tours turismo rural y comunitario, hasta llegar a ser proveedores de grandes hoteles y operadores en materia de ahorro de consumo, reciclaje y reducción de emisiones contaminantes, tienen oportunidad.

Pero no se puede dejar de lado lo que es responsabilidad gubernamental. Una hoja de ruta definida, que involucra al Legislativo y Ejecutivo, además del sector privado, es lo que podría conseguir una mejor calificación para el país en la próxima evaluación, que será en el 2019.

Rey explica que en el Congreso está pendiente de tercera lectura la modificación a la Ley Orgánica del Inguat, las que permitirá trabajar a mediano y largo plazo en medidas que contempla el Plan Maestro de Turismo Sostenible 2015-2020.

Apostar por alianzas público-privadas, así como la correcta ejecución del Ejecutivo para los proyectos que cierren brechas en infraestructura, son algunas de las soluciones, agrega Chajón.

Además, el director del Inguat destaca que hay indicadores que son positivos, como los precios por habitación que están entre los mejores y que la infraestructura aeroportuaria se mejoró desde la última evaluación, por ello, apuesta a que la próxima calificación no reflejará un retroceso para el país.

Hay que esperar.

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