HABLEMOS DE DINERO

¿Qué hay detrás de la Shoppingmanía en Guatemala?

El deseo de ser el primero en adquirir un producto o comprar de manera compulsiva se manifiesta cada vez que una marca llega a nuestro país por primera vez, o con las promociones de temporada.

Francisco Mauricio Martínez

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Una famosa marca estadounidense de donas abrió sus puertas en la Ciudad de Guatemala hace pocas semanas y esta despertó tanta expectativa que, desde la noche anterior a la inauguración, muchos acamparon en el parqueo del local. Parte de la estrategia de mercadeo era que los primeros en llegar recibirían gratuitamente el producto por un año.


Aunque en otras latitudes son comunes estas manifestaciones, han sido pocas las veces que los guatemaltecos hemos visto comportamientos de esta magnitud, pero sin duda cada vez serán más frecuentes.

¿Estatus o cultura?

“Ser uno de los primeros en adquirir un artículo puede ser un motivador en la vida de algunos, ya que buscan con esto incrementar su sentido de pertenencia o estatus”, explica la psicóloga Ruth Morales, especializada en Conducta no Verbal.

El publicista Fredy Morales, director de comunicación de KlaroCom, considera que estos hechos tienen su origen en factores instintivos y sociales. En los primeros, los individuos “actúan inconscientemente y por lo mismo son incapaces de explicar el porqué de su decisión. Dentro de los segundos, el comprador acepta la influencia de otros que conforman su comunidad”, indica.

Agrega que el consumo es un acto cultural, cuya sofisticación crea el concepto de marca. “En este caso, las donas arribaron precedidas de fama de calidad y de estar —desde el 2000- revolucionando el mercado internacional, entonces su apertura del negocio generó gran expectativa y curiosidad”, indica.

Pero ¿qué une a los compradores? Solo la marca, porque los define como clientes de un cierto estilo de vida. El dispendio tiene que ver con un efecto vitrina/espejo. “Vitrina porque otros me miran adquirir algo que muchos desean, y espejo porque yo me miro y me siento satisfecho de que hago algo que otros quieren y creo que eso me da prestigio, aunque sea temporal e ilusorio”, afirma el publicista.

Shoppingmanía

Desde hace algunos años la estrategia mercadológica de los comercios de Estados Unidos y otros países es vender en determinadas fechas a precios más asequibles. Por ejemplo, tenemos el Black Friday, que ya permeó en Guatemala, con el objetivo de incentivar el mercado.

Estos eventos constituyen buenas oportunidades para adquirir mercadería a menor precio, pero también, mal enfocados, pueden convertirse es una trampa para los consumidores más débiles ante las ofertas.

“Cuando comprar deja de ser una actividad para cubrir una carencia y se convierte en una urgencia, puede ser que estemos ante un caso de adicción a las compras”, asegura el sociólogo Fernando Flores.

La psicóloga define esta dependencia como un trastorno obsesivo, por el ánimo extremadamente alto de acumular cosas, aun cuando no sean indispensables. “Generan una necesidad de satisfacción y pueden llevar posteriormente a un sentimiento de culpa”.

Este empeño desenfrenado también es conocido como oniomanía o shoppingmanía, y es considerado un tipo específico de alteración del comportamiento, por el cual quien la padece es incapaz de controlar sus impulsos de acumular objetos.

No lo disfrutan

A diferencia de lo que se pudiera esperar de alguien que adquiere un nuevo producto, estas personas no disfrutan lo que compran.

De acuerdo con la psicóloga, este fenómeno es un círculo vicioso, pues se inicia con el interés de adquirir algo, luego viene la satisfacción y después el enojo, molestia, vergüenza, y al poco tiempo, nuevamente se siente el ímpetu de obtener algo innecesario.

Muchas veces esta conducta, según la especialista, está amarrada a una mentira, porque los sujetos esconden y ocultan la mercadería para evitar ser criticados. “Todavía así la influencia de la sociedad es alta porque el marketing busca generar necesidades”, afirma.

La psicóloga expresa que este problema todavía no ha sido reconocido como trastorno individual, pero pertenece al grupo de obsesivos compulsivos, y para modificarlo es necesario el apoyo psicológico y terapia.

“Muchos de los pensamientos se encuentran en el inconsciente y deben trasladarse al consciente. También se pueden utilizar fármacos proporcionados por un psiquiatra”, recomienda.

¿Se puede escapar de la locura por lo nuevo?

Según José Antonio Molina, psicólogo español experto en conductas adictivas las personas vulnerables a las compras deben salir con el dinero medido y llevar una lista de lo que necesitan.

También evitar exponerse a estímulos como los centros comerciales cuando se tiene a la mano la tarjeta de crédito o débito.

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