También para la vida
Muchas personas confunden gasto con inversión o piensan que invertir es una actividad inútil.
Lo que sucede es que la cultura del gasto opaca a la de inversión, porque el gasto muchas veces va en orden de la satisfacción presente y la inversión implica “tener en época de vacas flacas”.
He ahí la razón por la cual gastamos sin medida y ahorramos con usura.
“Porque no conoce la diferencia entre gasto e inversión.Por ejemplo, la mayoría de personas cree que hacer el súper es un gasto, pero es inversión, porque se usa en el bienestar mismo y de la familia. Al conocer la diferencia entre gasto e inversión, las personas harán mejor uso de su dinero, porque, en lugar de gastar en dos cosas baratas invertirán en una sola más cara pero más duradera”, opina el consultor Gustavo Ceballos.
El temor a invertir está fincado en la incertidumbre del futuro, unido a la desconfianza o haber escuchado de una experiencia ajena que fue mala, comenta Joyce Smith, del Grupo Ceballos.
Para generar cultura de inversión personal se debe tener perseverancia, quitarse el miedo, ariesgar y ahorrar.
Además, la mayoría quiere rentabilidad casi inmediata para inversiones monetarias, porque considera que quien invierte hará dinero pronto, por lo que invierte “a ciegas”, sin información.
Smith agrega que gasto e inversión también se aplica a recursos como tiempo, trabajo o relaciones familiares y de amistad.