La semana pasada, dos días después del inicio de la huelga, Petrobras anunció una bajada del 10 por ciento del precio del diésel y su congelación durante un periodo de 15 días, aunque aseguró que mantendría su política de precios posteriormente.
Propuesta no calma ánimos de camioneros
La propuesta, sin embargo, no fue suficiente para calmar los ánimos de los camioneros y el presidente de Brasil, Michel Temer, se comprometió entonces a eliminar impuestos sobre ese combustible y a pagar a Petrobras la diferencia entre el valor internacional del diésel y el precio en las gasolineras durante 30 días.
Ante la persistencia del paro, que prácticamente ha paralizado el país, Temer jugó una nueva carta y anunció el domingo que reducirá el precio del litro de diésel en 0.46 reales (unos US$0.12) por los próximos 60 días, y que los nuevos ajustes del combustible ahora serán mensuales y no diarios, como era establecido en la política de Petrobras.
En un comunicado, la petrolera resaltó que “no subsidiará el precio del diésel y no incurrirá en pérdidas, ya que será resarcida por el Estado”, pero, aún así, la decisión no ha contentado al mercado.
El temor de los inversores es que la petrolera termine asumiendo el costo del subsidio ante la debilidad de las cuentas públicas de Brasil.
“El mercado todavía trabaja con recelo sobre una posible interferencia política en esa formación del precio de Petrobras. El mercado cuestiona hasta qué punto el Gobierno no intenta alterar la política de precios”, explicó el analista Rafel Parsso, de la consultora Guide Investimento.
Desde el 2017, la compañía ajusta los precios del combustible diariamente, con base a la oscilación internacional, lo que ha provocado una escalada del diésel en los últimos meses que ha llevado a los camioneros a paralizar ese país.
Política de precios
La actual política de precios de Petrobras, implantada por el presidente de la estatal Pedro Parente y autorizada por Temer, supuso una respuesta a la práctica llevada a cabo durante el Gobierno de la ahora expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016), que contenía los precios del petróleo para no causar un impacto en la inflación.
“Parente fue totalmente promercado, instauró política de precios. Eso tuvo un impacto positivo” en la compañía, afirmó Parsso.
“Si hay una interferencia política es probable que Pedro Parente pueda salir del cargo de CEO y hoy Parente es uno de los principales responsables de la recuperación” de la petrolera, añadió.
Para Julio Erse, socio de la consultora Constancia Investimento, las concesiones en el precio del diésel “ha puesto en alerta a los inversores”.
“Esto supone un cambio muy grande en lo que venía haciendo la compañía, que ha tenido un largo camino para la recuperación de sus finanzas”, puntuó Erse.
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