La mayor parte de los bloqueos administrativos (hubo 21 “shutdowns” desde 1976) fueron demasiado cortos para tener un impacto en el crecimiento. Pero es más difícil prever lo que ocurrirá esta vez, ya que el cierre se mantiene desde hace tres semanas.
La entidad crediticia afirma que con quince días más de cierre de Gobierno la economía estadounidense perderá más que los US$5 mil 700 millones que el presidente del país, Donald Trump, está pidiendo a los demócratas en los nuevos presupuestos para la construcción del muro en la frontera sur con México.
Trump aseguró el sábado que el “cierre” que paraliza parcialmente el gobierno federal de Estados Unidos desde hace tres semanas, y que se ha convertido en el más largo de su historia, podría resolverse “en 15 minutos”.
En una nota remitida a sus clientes, la economista jefe de la entidad S&P, Beth Ann Bovino, calcula que el cierre parcial del 25 % de la Administración cuesta al producto interior bruto del país US$1 mil 200 millones por cada semana sin acuerdo entre los dos principales partidos del Congreso.
Aún así, advierte la agencia, este coste podría aumentar conforme más tiempo pase.
El cierre de una parte del gobierno federal de Estados Unidos, que ha dejado a 800 mil funcionarios sin paga por el enfrentamiento entre el presidente Donald Trump y la oposición sobre un muro en la frontera con México, se convirtió en la madrugada de este sábado en el más largo de la historia del país.
El sábado este cierre gubernamental superó los 21 días de otro “shutdown” que se dio entre 1995 y 1996 bajo el mandato de Bill Clinton.
Todo hacía indicar que se llegaría a esa hora sin acuerdo, ya que ni Trump, que exige destinar ese monto para cumplir su promesa de campaña, ni la oposición demócrata en el Congreso, que se niega a liberar esos fondos para financiar una obra que considera “inmoral”, cara e ineficaz para combatir la inmigración ilegal, dan su brazo a torcer.
“El impacto de este cierre de Gobierno tiene costes económicos directos e indirectos. Los indirectos incluyen vacaciones canceladas a parques nacionales, museos y monumentos, o negocios perdidos con contratistas que hacen trabajos para el Tío Sam. Mientras que un cierre corto podría no suponer cambios en los planes de negocio, uno más largo sí podría forzar a reducir personal”, señala la nota de S&P.
Además, durante estas tres semanas de cierre, miles de funcionarios han visto sus nóminas congeladas.
Si bien recibirán los atrasos una vez que los republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo, no es el caso de los contratistas, quienes difícilmente recibirán su dinero.
“Los trabajadores que viven con cada nómina tendrán problemas para llegar a fin de mes si esto sigue así”, explica Bovino, que advierte del problema para ahorrar, pagar tarjetas de crédito, hipotecas o alquiler.
“Aunque algunos de estos costes indirectos pueden ser recuperados una vez el Gobierno reabra, los costes directos se han perdido para siempre (…). En términos reales, el PIB será más bajo ya que no se habrá creado ningún producto”, abunda el análisis.
Donald Trump se niega a aceptar cualquier propuesta para abrir el Gobierno que no incluya financiación para la construcción del muro en la frontera sur, algo que los demócratas rechazan de plano a la hora de aprobar los presupuestos anuales.
El Gobierno de Trump afronta el cierre del 25 % de la Administración, situación que afecta a unos 800 mil empleados que han dejado de percibir su salario, y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.
Contenido relacionado
> Fondos de Estados Unidos llegan con advertencia para el país
> Trump acuerda con López Obrador afrontar causas de migración en Centroamérica