López aseguró que no solo se trata de entrar el tema de control y supervisión financiera y contable, sino que también se debe dar valor agregado a áreas como mercadeo y tecnología para concentrarse en hacer eficiente la organización con el fin de que se obtengan los rendimientos esperados.
Según el profesional, el papel del auditor ha cambiado y ahora es un asesor, sobre todo en el área de auditoría interna en donde se dan recomendaciones y consejos importantes para que las organizaciones se desarrollen.
“Las empresas han entendido la necesidad que se tiene de tener esa figura, la que debiera ser independiente y reportar al más alto nivel de la organización”, dijo López.
Desde esta perspectiva, el departamento de auditoría se convierte en un organismo para supervisar, vigilar y hacer más eficiente el trabajo de las gerencias.
Por lo anterior, según el directivo por esa razón es que las juntas directivas de accionistas normalmente nombran sus auditores y ellos les reportan directamente para velar porque sus gerentes se concentren en el manejo de la organización.
En opinión de López, al final la información que generan los auditores no solo sirve para los accionistas o gerentes o para un banco, sino para un público diverso.