El último reporte sobre la inflación regional del Consejo Monetario Centroamericano (Cemca) a mayo, situaba el ritmo inflacionario en un promedio de 8.19% para los países de Centroamérica y República Dominicana (CARD), versus el 5.81% del mismo mes en 2021, lo cual significa que los bienes y servicios se han encarecido en ese porcentaje.
Una de las variables comunes es que en los países donde se establecen metas de inflación anuales, estas ya fueron rebasadas. El Salvador y Panamá no cuentan con estas metas por ser economías dolarizadas.
Analistas consultados afirman que es muy difícil revertir esta situación en lo que resta del año y regresar a los niveles proyectados, pues los escenarios más optimistas indican que el indicador podría estar cerrando en un promedio de 8% a 10% en diciembre, explicado por los precios de los insumos y materias primas importadas, como el combustible, que ha sido el mayor detonante inflacionario.
Más de 10% y subiendo
Con los datos disponibles hasta este 13 de julio, el Cemca solo cuenta información de seis de los siete países que forman el bloque denominado CARD (Centroamérica y República Dominicana), pero todos coinciden en significativos movimientos alcistas durante el primer semestre.
Nicaragua presenta la inflación más alta de la región con 10.37%, seguida de Honduras (10.22%) y Costa Rica (10.06%), que son los tres países en los cuales el indicador se sitúa a dos dígitos, y sobresalen en junio. En mayo, solo Nicaragua estaba en 10.61%. Muy cerca están República Dominicana (9.48%); El Salvador (7.76%); y Guatemala (7.55%), en tanto que Panamá, registró a mayo solo 4.22%.
El reporte del organismo regional con sede en San José, Costa Rica, indica que las divisiones de transporte, alimentos y vivienda son los que han influido en estos datos en cada una de las economías, y se aprecia un comportamiento lineal entre la inflación observada y la subyacente.
Esta última es un subconjunto en el que se excluyen los precios de bienes y servicios volátiles, que no siguen la tendencia del resto y, en el caso de Guatemala, en junio fue de 4.34%, según el Banco de Guatemala (Banguat).
Estructuras diferentes, resultados idénticos
Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), expresó que Centroamérica vive en este momento el pico más alto de la inflación, y que es difícil hacer un pronóstico sin tomar en cuenta lo que pueda suceder a escala mundial, inicialmente por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Y luego expuso que cada país tiene una estructura de ponderación y categorías de gasto, por lo que en cada uno se incluyen bienes y servicios que pueden ser diferentes, pero en general, en Centroamérica predomina una canasta similar de bienes y servicios.
“La ponderación del gasto de vivienda, en varios países incluye el gas propano y la facturación de energía eléctrica, pero no en todos. Por lo tanto, lo que se considera costo de vivienda puede ser más alto en algunos países y más bajo en otros, aunque el impacto es igual para todos, ya que se importa el mismo tipo de hidrocarburo (productos), en el mismo mercado y a los mismos comercializadores”, explicó el analista.
En Honduras, la ponderación de este rubro es de 19% del IPC, mientras que en Guatemala y El Salvador ronda 12%, pero en Costa Rica es de 10%. En tanto, la división de transporte en Costa Rica es el 18% de su IPC, en El Salvador es 12%, en Guatemala 10% y en Honduras, 9%.
“La apuesta quizás no es que los precios bajen, sino que no sigan subiendo tan rápido, pero eso va a tener que pasar por el comportamiento de los precios observados el año pasado: el primer semestre fue poco inflacionario y el segundo, lo fue más”, remarcó.
A su criterio, la inflación se le ha ido de las manos a todo el mundo, inclusive a EE. UU., con más del 9%, y es poco lo que se puede hacer al respecto porque es un “golpe externo”.
Interpretación regional
Abelardo Medina Bermejo, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), aseguró que en la región se está experimentando un overshooting, lo cual significa que cuando el fenómeno inicia, los precios crecen más allá de donde deben estar, pero cuando se empiezan a estabilizar, se acomodan y se quedan en cierto nivel.
También hay una fuerte elasticidad hacia la baja o sea que los precios suben con facilidad y cuesta mucho que bajen; “y aunque se prevé que la inflación se va a desacelerar, los mismos no bajarán al nivel en que estaban antes”.
Para ejemplificar, Medina mencionó que, si el precio del galón de gasolina disminuye, no lo hará a como estaba antes del conflicto internacional y esto se debe a que los mercados funcionan con grupos empresariales que manejan los precios.