Economía

La millonaria lucha por el clima de los líderes económicos  

Los líderes de la economía mundial tratan el viernes de conseguir los millones que faltan para un fondo contra el cambio climático y cerraron la puerta a la evasión fiscal de las multinacionales.

La reactivación de la economía mundial es el eje de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Lima. Empero los responsables de la economía de unos 60 países abordarán también cómo juntar el dinero necesario para limitar el calentamiento global a dos meses de la Cumbre Mundial sobre el Clima (COP21) en París.

Una labor en la que, según el ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, deben estar más involucrados los bancos de desarrollo, como el Banco Mundial.

Según la OCDE, la ayuda financiera a los países en desarrollo contra el cambio climático alcanzó 62.000 millones de dólares en 2014, más de la mitad de la meta de 100.000 millones fijada para 2020. Este viernes la esperanza es lograr algunos compromisos más.

Un esfuerzo al que también se han sumado los países de menores recursos. Aquellos más vulnerables al cambio climático, entre los que se encuentra Costa Rica, se agruparon en el V20, para tratar de influir y movilizar recursos a su favor. Reúnen a 700 millones de personas.

El Banco Mundial ya ha advertido que la desaceleración económica, que en Latinoamérica significará una contracción del 0.3% en 2015, puede afectar los avances en la reducción de la pobreza y ya empieza a sentirse en la generación de empleo.

“La cumbre de Lima es crucial para lograr una financiación para el clima” señaló en un comunicado fundación francesa Nicolas Hulot.

“El principal reto será conseguir una mejor financiación para el año 2020 para los países más vulnerables. Hasta ahora la financiación climática consiste principalmente en préstamos en lugar de subvenciones, que benefician principalmente a las acciones de mitigación de los principales emergentes”, agregó.

Que paguen

La reunión plenaria del viernes inició con un llamado del presidente del Perú, Ollanta Humala, para que la “economía mundial plantee expresamente el reto de la economía sostenible”, en un mundo donde los países emergentes ven cómo cada año millones de dólares de transnacionales se esfuman de sus economías, apoyados en sofisticados regímenes fiscales.

Ante ello los ministros de finanzas de las grandes potencias del G20 aprobaron un plan contra vacíos legales que permiten a las multinacionales eludir impuestos en los países donde operan.

“Es un momento histórico”, dijo el viceministro turco de Finanzas Cevdet Yilmaz, en Lima.

El grupo de los emergentes G24, que integran Argentina, Brasil, Guatemala, México, Perú, Trinidad y Tobago, y Venezuela, apoya la medida, porque permitirá la “sostenibilidad de las finanzas públicas”.

La iniciativa surge tras años de polémicas sobre los impuestos ínfimos que pagan empresas como McDonald’s, Starbuck’s o Google, gracias a brechas legales y argucias contables, cuando no a la transferencia lisa y llana de fondos a paraísos fiscales.

La protesta

El tema fundamental, sin embargo, sigue siendo la reactivación de una economía mundial, golpeada por la desaceleración China, otrora voraz compradora de materias primas, y que ha arrastrado en sus descensos a sus proveedores de América Latina, el continente considerado con mayor desigualdad.

El Banco Mundial ya ha advertido que la desaceleración económica, que en Latinoamérica significará una contracción del 0.3% en 2015, puede afectar los avances en la reducción de la pobreza y ya empieza a sentirse en la generación de empleo.

“(El crecimiento) no es simplemente lo suficientemente fuerte como para satisfacer las necesidades de 200 millones de personas sin trabajo”, resumió la jefa del FMI, Christine Lagarde.

Ese es tema que los sindicatos de trabajadores saben bien y que los llevará este viernes a tratar de llegar, en una manifestación, desde el centro de la ciudad hasta el Museo de la Nación, lugar de las reuniones y que está fuertemente custodiado por la policía y rodeado de anillos de seguridad. Los sindicatos rechazan el modelo neoliberal que, argumentan, han establecido el FMI y el BM.

Mientras tanto, permanece en el horizonte la posibilidad de una próxima alza de tasas en Estados Unidos que puede atraer capitales desde las ya complicadas economías emergentes, elevando el precio del dólar en perjuicio de sus monedas.

“América del Sur se ve amenazada por un shock en las materias primas que afecta el curso de crecimiento”, dijo el gobernador del Banco Central mexicano, Agustín Carstens.

Ante ese escenario, Lagarde le ha recordado a Estados Unidos que lo mejor -mientras los riesgos no cambien- es esperar.

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