Economía

La rehabilitación de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal iniciará en pocas semanas y estos son los beneficios esperados

A casi un año de la aprobación del contrato de Alianza Público-Privada (APP) por el Congreso, el Consorcio Autopistas de Guatemala, (Convia), ya tiene fecha del inicio de las obras.

Autopista Escuintla a Puerto Quetzal

Convía iniciará en diciembre la construcción de la autopista bajo el esquema de APP. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

A inicios del 2025 entrará en funcionamiento la nueva autopista Escuintla-Puerto Quetzal con cobro de peaje, si se cumple el cronograma de las obras previstas, proceso que iniciará en la segunda quincena de diciembre.

Por lo pronto, avanza la fase de preinversión y está pendiente la aprobación de los últimos informes de ingeniería y técnicos, pero directivos de la empresa Convía detallaron el estatus del contrato, y todo apunta a que en breve iniciarán las obras de construcción de la autopista, tiempo durante el cual, no se cobrará peaje.

El contrato fue aprobado por el Congreso de la República el 24 de noviembre del 2021, ya que por ley debe ser avalado por ese organismo; la inversión estimada es de unos US$125 millones (alrededor de Q962 millones), financiamiento que provendrá de la banca local por medio de una operación de crédito sindicado.

Estatus actual

Sandro Testelli, presidente de Marhnos Guatemala, que es parte del consorcio Convía, expuso que desde la firma del contrato en marzo de este año, el proyecto ha entrado en dos etapas: la denominada preconstrucción que integra indicadores de los componentes de servicios que están ligados al funcionamiento de la autopista actual, que incluye un recapeo provisional, limpieza de maleza, mediciones vehiculares, servicios de asistencia vial y otros elementos, para medir el flujo de vehículos.

La segunda consiste en validar la primera etapa y consiste en la definición del trabajo de ingeniería que demandaba el contrato, así como validar y actualizar algunos estudios, para que se tenga el visto bueno de las autoridades competentes del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Civ). Con ese lineamiento técnico, se iniciarían las obras “para iniciar formalmente en la primera o segunda semana de diciembre”.

Sobre la validación de los estudios, estaría enfocada en lo que permite el alcance del contrato, ya que fue un proceso que se licitó hace cuatro años “y es una actualización de procesos” para  readecuar algunos contextos de ingeniería.

 

Qué incluye

En la parte de ingeniería, Testelli resaltó que hay tres aspectos importantes: la primera consiste en la troncal o sea la autopista; estructuras como distribuidores y edificios administrativos; y la parte de Tecnología de Información y Comunicación (TIC) que incluye la electrónica, controles de peaje,  de ingreso y otros.

Al respecto, Kevyn Rodrigo Valencia, director ejecutivo en funciones de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie), añadió que el estudio final de ingeniería ya se presentó y la Dirección General de Caminos (DGC) es la encargada de verificar los documentos. Toda la información se ha evaluado y se han hecho algunos requerimientos para cumplir con los procedimientos contractuales establecido en el contrato.

Al igual que Testelli, el director de Anadie explicó que se trata de una actualización de los estudios, y con la puesta en marcha del proyecto, se deben actualizar aspectos como el diseño final de los pasos a desnivel.

Y confirmaron que todo este proceso está dentro de los plazos que establece el contrato, y a partir de que se aprueben los estudios, empieza la construcción, para la que se prevé un periodo de hasta 24 meses, y ya aprobados los diseños finales aprobados por el CIV, las obras se pueden ir anticipando.

Valencia recordó que ya hay procesos de intervención por parte de Convía en la rehabilitación temporal del tramo de Puerto Quetzal a Escuintla, y puede ser que a partir de ahí, comiencen las actividades de construcción.

Autopista Escuintla Puerto Quetzal
Presentación de los resultados del estudio “Impactos económicos y sociales de la Autopista Escuintla-Puerto Quetzal (AEPQ). (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

La inversión

Una parte importante de los estudios es el costo de la obra, que ronda los US$125 millones, datos que concuerda con los análisis financieros, pero que también se deberá actualizar al momento de presentar el estudio final. En este apartado, se debe hacer un cierre financiero con un cruce de información, para determinar el valor total, confirmando las cifras.

Testelli, adelantó que el costo de la obra no varía y es parte de los compromisos establecidos en el contrato, e insistió en que es una obra privada, por la que Convía asume el riesgo. Por lo tanto, en el financiamiento participarán dos bancos locales por medio de un crédito sindicado expresado en quetzales, por los Q960 millones mencionados.

“Tenemos identificados a los socios estratégicos financieros, aunque también estamos analizando involucrar a la banca internacional (sobre todo la de desarrollo). El sistema financiero guatemalteco es muy líquido y está ansioso de contar con este tipo de proyectos por su seguridad, flujo y rendimientos atractivo”, puntualizó.

Huella económica

Ricardo Rodríguez, de la firma consultora Central American Business Intelligence (Ca-Bi), presentó el estudio “Impactos económicos y sociales de la Autopista Escuintla-Puerto Quetzal (AEPQ)”, dividido en dos partes:

La primera, sobre el gasto que representará para un vehículo liviano transitar por esa autopista (con pago de Q15 por peaje), en comparación con el costo que implica circular por una carretera en mal estado y las erogaciones extras (calculadas en Q24 por viaje) por mantenimiento y reparaciones, precio de los combustibles y mayor tiempo de recorrido a baja velocidad.

Para un vehículo de tres ejes, el peaje sería de Q45 y hoy, el costo promedio supera los Q60. “El mensaje es que no importa el vehículo que se esté considerando, lo que se gasta ahora por circular en esa carretera en mal estado y a una velocidad más baja, es más alto de lo que se puede gastar por peaje en un tramo en perfecto estado”, remarcó Rodríguez.

El análisis de Ca-Bi también hace un recuento sobre la derrama económica del proyecto y en la cual define dos momentos: la primera es en la construcción, con un impacto menor, pues la ruta no está en funcionamiento, y uno de los puntos importantes es que al contar con una carretera en buen estado, aumenta la productividad.

En esta primera parte, el impacto calculado es de Q6 mil millones, que implica la inyección de capital para la edificación y el dinamismo directo que genera la obra.

Lo segundo es que al estar en funcionamiento la autopista, el beneficio se eleva a Q10 mil millones anuales, que puede llegar hasta el año 25 hasta los Q50 mil millones, lo cual significa 1.5% del producto interno bruto (PIB), según el modelo estructurado. “Un proyecto individual que mueva 1.5% del PIB es elevado”, concluyó Rodríguez.

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