Las enemigas de nuestro bienestar

Eduardo Palacios

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Si algo nos angustia y tortura sin misericordia es la voz constante que escuchamos noche y día dentro de nosotros y que nos recuerda lo que  debemos.

Esta pesadilla nos martiriza especialmente en las madrugadas, cuando no podemos conciliar el sueño, el temor nos invade, sudamos frío y el peso de la carga cala hasta los huesos.

No le encontramos solución al problema y las voces  nos repiten incansablemente que no hay salida. En medio de la oscuridad de nuestra habitación, imaginamos que los acreedores   vienen a cortarnos la cabeza.

El temor paraliza, pero lo más preocupante es que las deudas nos quitan la creatividad y la iniciativa para poder enfrentar con ideas realistas el endeudamiento. Por esa razón me gustaría compartirte cuatro medidas prácticas que yo utilicé y  te pueden ayudar a pagar, poco a poco, a quienes debes.

  • Primera medida: debes disminuir el nivel de gastos, pues no puedes pretender salir adelante gastando como si no estuvieras en crisis. Un gran error que se comete a menudo es seguir gastando como si se estuviera en una condición financiera solvente. Sin embargo, es en este momento en que habrás de considerar disminuir algunos gastos y así el dinero economizado lo puedas utilizar para incrementar los pagos al capital adeudado.
  • Segunda medida: lo que necesitarás es generar dinero extra. Para ello  venderás todo aquello que tengas en buen estado, funcionando y que no te sea indispensable. Serán cosas que ya nadie usa, a nadie le sirven o ya no se les saca ningún provecho. El dinero obtenido por la venta de esto también te servirá para abonar a tus deudas.
  • Tercera: obtén dinero adicional al que normalmente generas a través de emprendimientos o trabajos adicionales al que ya tienes. Vende por catálogo, afíliate a un multinivel, da consultorías, repara aparatos, imparte clases o capacita a otros en tu área de experticia.
  • Cuarta: todo ingreso extra, como el aguinaldo y bono 14 también destínalos a disminuir tu endeudamiento. Lo mismo harás con cualquier entrada por encima de la que regularmente recibes en tu empresa, oficio o profesión, especialmente en los meses de “vacas gordas”. 

Claro que todo el proceso de pagar deudas requiere no solo   esfuerzo, sino   paciencia y perseverancia, pues este toma tiempo hasta terminar de pagar el último centavo. 

No cedas nunca en tu empeño y mantén el enfoque en la tarea de pagar hasta la última deuda. No escuches las voces negativas ni dejes que ningún pensamiento de duda gane la batalla en tu mente.

En la ruta a la libertad de las deudas ayuda mucho tener una fe absoluta en que Dios nos extenderá su mano en todo el trayecto. Eso nos mantendrá con esperanza para no decaer hasta llegar al final del túnel, del cual un día saldremos seguramente victoriosos.

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