Para el analista financiero Mario García Lara, los precios tope implican una reducción en la oferta del producto, por lo que los emisores de tarjetas van a ser más exigentes al dar crédito.
Esta ley genera un efecto contrario a lo que los diputados creen, porque los precios tope, en cualquier producto, ocasionan una reducción de oferta,explicó García Lara. “A mayor riesgo crediticio, mayor tasa de interés, entonces si ponen topes, los oferentes no darán crédito a los más riesgosos, y en este país son las personas de menos ingresos”, dijo García Lara.
Carlos González, analista económico de Asíes, detalló que muchos usuarios han sido víctimas de altas tasas de interés, que llegan a ser de hasta un 70% anual.
Según el economista, la tasa de interés anual activa promedio ponderada del sistema bancario es de 13.13%, y que según el artículo 10, ya aprobado, no debe exceder el doble del valor, 26.26%, está cerca de ser una buena referencia para el pago de tarjetas.
“Esa tasa se ha mantenido por varios años en 13% y no varía mucho, ese es un aliciente para el tarjetahabiente, pero habría que ver la utilidad para los que prestan los servicios”, expresó el analista de Asíes.
La tasa de interés es un tema álgido porque Guatemala es una economía de precios variables y flexibles, y el artículo 42 de la Ley de Bancos dice que las tasas de interés del sistema bancario serán libres, apuntó González.
También advierte de que el tope a las tasas de interés puede reducir la inclusión financiera.
María Antonieta del Cid de Bonilla, expresidenta del Banco de Guatemala, consideró necesaria una ley para proteger a los consumidores, porque en la letra pequeña muchas veces no se logra comprender cuántos son los cargos y después no se puede pagar la deuda.
“Los emisores dan límites por encima de la capacidad de pago de los usuarios, y con tasas elevadas. Por eso es bueno que el monto de crédito no sobrepase el sueldo del tarjetabiente”, afirma la exbanquera central.
De Bonilla ve positivo incluir como delito la clonación de tarjetas.
José Porras, directivo de Grupo Financiero Ficohsa, dijo que Guatemala es un país de libre mercado y ese modelo económico tendría que mantenerse.
García Lara señala que está bien que se supervisen los contratos y que se cumplan las especificaciones, además de prohibir la capitalización de los intereses y el cobro de comisiones, porque se trata de proteger a los usuarios. “Todo estaba bien, pero por un arranque de populismo los diputados le pusieron tope a los intereses”.
Diputados que han trabajado en las enmiendas a la Ley de Tarjetas de Crédito descartan que mañana vaya a ser sometida a un recurso de revisión, y que se ha trabajado bajo la ley.