1. Limitaciones financieras
Lanzar un negocio requiere dinero y la mayoría de las personas no tienen suficiente efectivo para invertir en un negocio emergente. Aquí hay varias opciones. En primer lugar, puede comenzar a ahorrar ahora para los fondos necesarios para establecer su negocio. Puede recortar los costos en otras áreas para ahorrar un poco más cada mes o también obtener financiación de diversas formas, como pedir prestado a amigos y familiares, financiación colectiva, buscar préstamos y subvenciones o incluso trabajar con inversores.
2. Inexperiencia
Convertirse en un emprendedor exitoso normalmente requiere experiencia. Sin embargo, puede compensar esto buscando activamente la experiencia que le falta.
Realice un curso en línea para comprender los conceptos básicos de la gestión empresarial. Esfuércese por ocupar un puesto de liderazgo con su empleador actual para adquirir habilidades de planificación estratégica y gestión de personas. Trabaje con un mentor o siga a un emprendedor que admire.
3. Ninguna idea destacada
No puede construir un negocio si no tiene una idea prometedora para un producto o servicio que pueda vender. Sin un plan de negocios sólido, no podrá convencer a inversores o socios para que se unan, y ni siquiera sabrá por dónde empezar. Desafortunadamente, este es uno de los obstáculos menos “manipulables” de esta lista. Sin una buena idea no se puede iniciar un negocio y punto.
Afortunadamente, existen formas de estimular una mejor generación de ideas, como hablar con una amplia gama de personas, leer contenido empresarial y adoptar un enfoque más sólido para la lluvia de ideas. Las técnicas como los mapas mentales y el banco de palabras pueden hacer que fluya su creatividad.
4. Responsabilidades actuales
Algunas personas evitan iniciar un negocio debido a las responsabilidades existentes o las limitaciones de su tiempo. Su trabajo actual a tiempo completo, su condición de padre o madre u otras responsabilidades personales les impiden cumplir sus ambiciones empresariales.
El mejor enfoque es determinar cuánto impacto tienen estas responsabilidades y considerar formas de delegarlas o eliminarlas. ¿Podría realmente dejar su trabajo diario, por ejemplo, o contratar a alguien para que le ayude con las tareas del hogar o el cuidado de los niños?
5. Miedo al fracaso
La falta de confianza es un asesino del espíritu empresarial. Es cierto que la tasa de fracaso de las nuevas empresas es relativamente alta, y la mitad de las nuevas empresas fracasan en cinco años. Para contrarrestar esas probabilidades, necesitará una buena dosis de confianza en sí mismo y en su idea.
La única solución al miedo al fracaso es cambiar la forma de pensar. Tiene que ver el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento y dejar de verlo como el final del camino, una acusación de sus habilidades o una mancha en su carácter. Leer las cuentas de los empresarios exitosos lo inspirará a ver las posibilidades en lugar de centrarse solo en los riesgos.
6. Aversión al estrés o al trabajo duro
Iniciar y administrar un negocio exige mucho esfuerzo. Es probable que dedique muchas horas a lidiar con problemas estresantes. Esto puede causar estragos en sus finanzas y su tranquilidad. Si no se siente a la altura de este tipo de presión, o si no quiere trabajar más de 40 horas a la semana, es posible que el espíritu empresarial no sea para usted.
Nuevamente, la única forma de sortear este obstáculo es cambiar de actitud. Recuerde que todo este arduo trabajo estará a su servicio, no a su empleador. Si bien los riesgos están en usted, también lo son las recompensas.
7. Mal momento
Una de las excusas más comunes que escuchará (o se escuchará a sí mismo decir) es que “simplemente no es el momento adecuado” para iniciar un negocio. La verdad es que nunca hay un momento verdaderamente “adecuado”; siempre puede encontrar alguna razón por la que hoy, este mes o este año no es ideal para lanzar su empresa.
Pero al igual que comenzar una dieta un miércoles o inscribirse en un gimnasio en febrero, el truco está en hacer el momento adecuado. Microsoft nació durante la crisis del petróleo de la década de 1970, mientras que Airbnb y Uber se fundaron en las profundidades de la Gran Recesión. Recuerde que el éxito de su negocio no dependerá de “los tiempos” sino de usted.
*En alianza con Forbes Colombia, artículo de Forbes Staff.