Esto significa que poco a poco nos retiramos más. Lo que nos ahorramos en la compra del terreno, lo terminamos gastando en gasolina, transporte, tiempo y servicios.
En la actualidad observamos desarrollos residenciales en San Lucas, Amatitlán, Palín, Chimaltenango y otros sitios de más de 30 kilómetros de distancia de la ciudad capital.
La vivienda en Guatemala tradicionalmente se desarrolló en forma horizontal, construyendo casas en lotes individuales. Fueron pocos los proyectos que se desarrollaron de forma vertical, me refiero a edificios multifamiliares.
En muchos países se acostumbra a tener apartamentos en edificios de mucha altura, pero con nosotros hasta hace pocos años empezaron los multifamiliares de cuatro niveles y más.
Hoy, el FHA ya los tiene dentro de sus coberturas de cédulas hipotecarias.
Es importante mencionar que estos proyectos pueden considerarse parte de la solución al problema habitacional de un segmento poblacional grande.
Los valores de los apartamentos podrían ser comparativamente menores a los de una vivienda con terreno.
Esto es importante, dado que de esta manera se optimiza el potencial del solar. Se recorren menos distancias, reduciendo la movilidad, ahorrando combustible y menos transporte masivo, se pueden concentrar servicios públicos y privados en lugares puntuales, igualmente las escuelas, colegios y universidades.
Hoy tenemos una amplia oferta de apartamentos en edificios de altura. Precios: para segmentos socioeconómicos bajos desde $400* hasta $750 el m2, por ejemplo, un apartamento de 50 m2, a US$400 el m2 costaría Q150 mil (*cambio: $1 = Q7.50).
Para segmentos medios: desde US$$800 a US$1 mil 300 (uno de 60m2 a US$800 el m2 costaría Q360 mil) y segmentos altos desde $1 mil 500 en adelante (80 m2 costaría Q900 mil).
Hay de todos tipos y clases, nuevos, recientes y remotos. De cualquier manera, es importante visitarlos a diferentes horas para darse una buena idea de sus características, distancias, vecindarios y condiciones.