Los bloqueos y la logística multimodal
Los bloqueos a los principales corredores logísticos regionales de Centroamérica parecen repetirse con mayor frecuencia. La situación política generada después de las elecciones en Honduras y la actual en Nicaragua, así como la utilización de los bloqueos como arma de presión en Guatemala, repercuten directamente en el comercio regional, la producción, los empleos y empobrece a todos. Piense en las frutas podridas en un contenedor.
El mes pasado, medios de prensa y dirigentes transportistas calcularon cerca de seis mil medios de transporte —camiones— bloqueados en el Corredor Pacífico, lo que ha provocado pérdidas estimadas en US$70 millones a escala centroamericana.
El comercio intrarregional utiliza exclusivamente el Corredor Pacífico, cuyos extremos son la Zona Libre de Colón en Panamá y la frontera de Tecún Umán 2 entre Guatemala y México. Por ese Corredor transita todo el comercio que se descarga en Panamá, proveniente de China y que se distribuye en Centroamérica. Asimismo, las importaciones y exportaciones del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador, Honduras) con Costa Rica, pasan por Nicaragua. Y no digamos buena parte del comercio entre México y Centroamérica.
Hace unos años, visionarios en los temas logísticos e instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Proyecto Mesoamérica y el Banco Mundial apuntaron a un proyecto multimodal con rutas de barcos roll on-off y ferries.
Se trató de utilizar rutas marítimas de corta distancia para transportar los camiones de carga, evitando, por ejemplo, el paso por corredores que supongan alto riesgo (inseguridad) que han sido identificados por las empresas de transporte terrestre, cuyo negocio es mover su flota de camiones, no quedarse atrapados entre manifestantes o inundaciones.
De hecho, los gobiernos de Costa Rica y El Salvador anunciaron hace un par de años, la habilitación de una ruta marítima entre los puertos de la Unión (ES) y Calderas (CR).
Esta iniciativa se fundamentaba en el Sistema TIM-Sieca —tránsito internacional de mercancías— que este mes cumple 10 años de funcionamiento ininterrumpido y que sería la herramienta informática-aduanera que facilitaría el uso de los ferries.
Si bien es cierto, la iniciativa no se concretó, hoy es una oportunidad comercial interesante para empresas logísticas, navieras, transportistas terrestres que podrían tener una alternativa para disminuir riesgos y mover con mayor rapidez la flota de camiones y la carga en la región.
El sistema aduanero regional está listo para afrontar este reto, la iniciativa debe provenir del sector empresarial.
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