Se comenzará revisando lo que ha sucedido con la actividad económica: en el 2022, el crecimiento real a nivel global fue de 3.4%. Contrasta dentro de este promedio global el crecimiento de las economías emergentes que en su conjunto aportaron un 4%, mientras que las avanzadas crecieron 2.7%.
Por su lado, Estados Unidos, el principal socio comercial del país, creció 2.1% mientras que Guatemala obtuvo un 4.1%. Los dos sectores que presentaron un mayor dinamismo local fueron las actividades de alojamiento y de servicios de comida con un crecimiento anual real del 14.9%; y las actividades financieras y de seguros con 8.6%.
Esto también puede atribuirse a la apertura de la economía luego del encierro de 2020 y 2021 que afectó principalmente al primero de los sectores mencionados. En el extremo opuesto, el sector salud decreció 0.1% mientras que la actividad de explotación de minas y canteras reportó un -3.8%.
En el 2023, Estados Unidos reportó un crecimiento interanual para el primer trimestre de 1.1%. Este dato está aún por debajo de lo anticipado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que, actualizado a abril de 2023, estima que se ubicará en 1.6% al finalizar el año.
Además, al 5 de mayo de este año, el 85% de las empresas listadas en el índice Standard & Poor 500 habían reportado sus resultados del primer trimestre y el 79% registró utilidades por acción por encima de lo esperado por los analistas.
En promedio, todas las empresas que ya presentaron sus resultados obtuvieron utilidades por acción que superaron en 7% a lo calculado preliminarmente. En lo que respecta a sus ingresos, el 75% de las empresas que ya reportaron, superaron las expectativas y, en su conjunto, los ingresos fueron 2.7% por encima de lo esperado.
Otro elemento importante que no se puede dejar de mencionar es el hecho de que los índices accionarios más importantes de Estados Unidos han incrementado su valor en lo que va del año.
Lo relevante de esto es que los índices accionarios funcionan como un indicador anticipado de lo que se espera que probablemente suceda con la economía general. Entonces, se tiene que el índice SP500 ha crecido 7.3% desde la apertura del mercado, el 3 de enero, al cierre del 5 de mayo; el Nasdaq ha subido 15.8% mientras que el índice industrial Dow Jones lo ha hecho en 1.6%.
Es también relevante indicar que estos crecimientos se han dado, a pesar del incremento de la Fed Funds Rate de Estados Unidos que, de por sí, provoca un incremento en el retorno requerido por los accionistas y también a pesar de la crisis bancaria que se ha experimentado en otras latitudes por casos como los de Silvergate Capital, Sillicon Valley Bank, Signature Bank y el First Republic Bank.
El entorno local
Dada la importancia comercial que representa Estados Unidos y a que es el lugar de donde proviene la inmensa mayoría de las remesas que ingresan a Guatemala, esto podría interpretarse como positivo para las expectativas de crecimiento locales, las que el Banco de Guatemala (Banguat) sitúa para fin de año en 3.5%.
De hecho, las remesas familiares continuaron con su crecimiento de manera consistente y el incremento porcentual de las mismas en relación con el año anterior fue de 7.9% en 2020, 34.9% en 2021 y 17.9% en 2022.
Al comparar únicamente el primer trimestre del año, el volumen ha continuado hacia el alza. Haciendo la comparación con el mismo trimestre del año anterior, en 2020 crecieron 8.3%; en 2021, 31.2%; en 2022, 25.6%; y en 2023, 12.6%, cifra que se ubica muy cerca del crecimiento histórico de 2011 a 2022 para el primer trimestre del año (13.4%).
En lo que respecta a la inflación en Guatemala, ésta se redujo en marzo y abril de 2023. El dato interanual para abril fue de 8.32%; en marzo, 8.71%; en febrero, 9.92%; y en enero, 9.69%, por lo que la tendencia parece ir encaminada al 5% que proyecta la banca central para el cierre de 2023.
Para que la inflación pudiese estabilizarse, Junta Monetaria (JM) ha venido incrementando la tasa de interés líder, la que pasó de 1.75% en abril de 2002 a 5% en abril de 2023, buscando el encarecimiento del crédito y la reducción de la oferta monetaria. Todo apunta a que estos incrementos han comenzado a lograr su cometido.
Vale la pena también tomar en cuenta que la inflación en Estados Unidos ha venido también disminuyendo desde junio de 2022 lo cual impacta sobre el componente de inflación importada en Guatemala. De hecho, el aporte de la inflación importada a la inflación total en Guatemala pasó de 6.84% en octubre de 2022 a 4.45% en marzo de 2023.
Por último, se presenta la evolución del tipo de cambio promedio para el cuatrimestre de enero a abril de 2016 a 2023. De acuerdo con los datos del Banco de Guatemala, el promedio es el más alto del período de tiempo analizado cuando alcanzó Q7.8212 por US$1, seguido por el promedio del mismo período del 2020 cuando fue 7.7432; y del 2019 cuando fue 7.7000.
Esto puede ser consistente con la expectativa de un mayor tipo de cambio, para mantener la competitividad del sector exportador ante los incrementos de los costos locales, derivados de los niveles inflacionarios experimentados.
En conclusión, aunque aparentemente el fenómeno inflacionario está ya bajo control, aún existen retos importantes que se deben enfrentar. Estos se relacionan con las potenciales consecuencias de las decisiones tomadas a nivel global por los bancos centrales para contener la inflación y fortalecer el crecimiento económico, aún y con condiciones poco favorables para así alcanzar el tan añorado “aterrizaje suave” que empresarios, inversionistas y población en general esperan.