El 25 de febrero pasado, el gobierno venezolano ordenó reducir los horarios de trabajo de los empleados públicos y el consumo eléctrico de sus dependencias, como medidas de ahorro de energía.
Las autoridades argumentan que Venezuela está afectada por el fenómeno climatológico de El Niño, que ha disminuido severamente las lluvias en el país, lo que habría mermado la capacidad de generación hidroeléctrica.
Venezuela, que vivió una dura crisis eléctrica en 2010 y padece constantes apagones en las provincias, ya tiene vigente una orden para que los centros comerciales presten servicio en horario reducido en caso de que no puedan autogenerar su electricidad en horas de mayor consumo.
Maduro dijo que las predicciones climáticas apuntan a que una vez transcurrido el período de sequía, a partir de julio, llegarán las lluvias, que se prevé que serán torrenciales.
Venezuela sufre una severa sequía desde diciembre pasado que ha llevado a muy bajos niveles los embalses de agua que surten a las principales ciudades, las cuales también se abastecen principalmente de energía generada por las hidroeléctricas.