El objetivo de la creación del recinto que mide 15 mil 698.69 metros cuadrados, fue proporcionar un espacio idóneo a los artesanos de la provincia para que vendieran sus productos de forma directa a los turistas nacionales y extranjeros.
El mercado es catalogado como un destino ideal para adquirir textiles, alfarería, madera y ebanistería, cerería y plata y joyería, entre otros, y representa una fuente de trabajo para aproximadamente 4 mil artesanos de distintos departamentos del país.
En la actualidad el mercado está formado por 55 locales comerciales, módulos para talleres, restaurante, puestos de café, dulces típicos, helados de fruta natural, servicios básicos de telefonía pública, parqueo con capacidad para 150 vehículos, con servicio de vigilancia y áreas de jardines.
Trayectoria
El 15 de noviembre de 1973, el presidente Carlos Manuel Arana Osorio cedió de manera gratuita la propiedad del terreno al Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).
La inauguración del mercado fue el 28 de mayo de 1974. Las instalaciones contaban con 35 locales y 2 módulos para cafetería y exhibición de artesanías.
En 1999 el Inguat invirtió Q1 millón para mejorar el mercado y convertirlo en un centro cultural y comercial de artesanía.
Usufructo
En 2014 surgió una discusión sobre la legalidad de dar en usufructo el terreno donde funciona el mercado, según el dictamen 001-2014-Diva, de la División Administrativa del Inguat, para la construcción del Museo Maya.
El 28 de agosto del 2015, el Ministerio de Finanzas publicó en el diario oficial el acuerdo gubernativo 285-2015, en el cual se indica que ese predio podrá ser utilizado sin limitación alguna por el Inguat, para que cumpla con los objetivos que le competen.
La Corte de Constitucionalidad suspendió provisionalmente del Acuerdo Gubernativo 285-2014, emitido por el presidente Otto Pérez Molina con relación al terreno que había otorgado al Instituto Guatemalteco de Turismo para la construcción del Museo Maya, y que fue impugnado por la Asociación de Artesanos y Arrendatarios del Mercado de Artesanías.
La Fundación La Ruta Maya pidió el usufructo de la finca por 50 años, para construir el edificio que albergaría no solo al mercado sino también al museo, para exponer colecciones.