“Artículo 429. Abandono de cargo. El funcionario o empleado público que, con daño del servicio, abandonare su cargo sin haber cesado legalmente en su desempeño, será sancionado con multa de cien a un mil quetzales”.
“Artículo 430. Abandono colectivo de funciones, cargos o empleos. Los funcionarios, empleados públicos, empleados o dependientes de empresa de servicio público, que abandonaren colectivamente su cargo, trabajo o servicio, serán sancionados con prisión de seis meses a dos años”.
Según el ex vicepresidente Eduardo Stein, un funcionario público no puede abandonar el cargo hasta que el presidente acepte la renuncia y haya un sucesor. “Los funcionarios no pueden retirarse porque cometerían el delito de abandono de cargo”, dijo.
Debilidades
Augusto Valenzuela, abogado laboralista, explicó que se corre el riesgo de que los funcionarios dejen de cumplir las atribuciones correspondientes, lo que propiciaría que las dependencias no trabajen con normalidad.
Según Valenzuela, los enlaces con los principales socios comerciales del país podrían debilitarse y la información hacia países que desean invertir puede disminuir, lo que podría generar una crisis comercial. “Se debe velar porque se mantenga y atiendan de la manera adecuada todos los convenios internacionales, porque de lo contrario, pueden surgir problemas”, aseguró Valenzuela.
Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), afirmó que los funcionarios deben seguir en sus puestos aun contra su voluntad y haciendo las cosas básicas para concluir su ciclo, pues no están comenzando proyectos. “Lo que están haciendo es cerrar el año sin tomar riesgos”, aseguró.
Si el presidente no nombrara a alguien más, el panorama no cambiará, porque lo que se trata es de cerrar el año con los procesos ya comenzados. “Lo que puede pasar es que los funcionarios tengan poco interés de implementar estrategias de cara al futuro”, apuntó Maúl.
Para Gustavo Porras, presidente del Consejo Económico y Social, es muy difícil recomponer un gabinete. Cree que el Gobierno está paralizado y eso impacta en muchas áreas, entre ellas el consumo y comercio.
Un tema crítico es la presentación del presupuesto del 2016, por lo que se puede especular que el ministro de Finanzas no se retirará hasta haberlo presentado al Congreso. Si no hay acuerdos, indicó Stein, podría usarse un presupuesto igual al del 2015.
“El presidente tendrá que buscar cómo cubrir esos puestos tan importantestt, aunque no tenga la agilidad necesaria”, aseguró Valenzuela.