Según Inteco, las exportaciones de Costa Rica a los mercados internacionales corren el riesgo constante de ser desviadas y utilizadas por organizaciones delictivas para transportar mercancías ilegales, esto sin el conocimiento de la empresa.
Lo que la norma busca es que si un exportador de piña o banano envía un embarque de su producto por carretera, pueda establecer y ejecutar las medidas necesarias para que su embarque no sea interceptado por una organización delictiva y le implanten drogas o contrabando en las cajas del producto lícito para que la mercadería ilegal pase la aduana sin ser detectada.
“Esto se da gracias a que la norma permite a las empresas identificar cuáles son los riesgos o puntos más vulnerables que tienen en sus cadenas y así poder fortalecerlos y se blinden para que sus embarques no sean utilizadas por organizaciones delictivas” , explicó Céspedes.
Además, la norma facilita reducir el riesgo de vulnerabilidad en todos los procesos de la cadena de suministro de la organización que exporta.
La primera organización en el país en certificarse fue CSE Seguridad.