Estas disposiciones surgieron como parte de la Unión Aduanera con Honduras, agregó.
Para implementar esas disposiciones en el país el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) ya emitió y puso en vigencia el acuerdo 270-2019 para crear el Comité Técnico de Bioseguridad Agrícola de Guatemala (CTBAG) el cual será el encargado de evaluar las solicitudes de las empresas para la importación, comercialización, siembra y producción de OVM o transgénicos para uso agropecuario.
Álvaro Ramos, director de Fitozoogenética y recursos nativos del Maga, explicó que además se emitió el acuerdo 271-2019 que establece el manual de procedimientos, el cual se prevé que se publique en el diario oficial durante esta semana para que cobre vigencia, agregó.
Según expertos y productores estás disposiciones abren puertas para que el país pueda mejorar su producción con semilla modificada que permite alto rendimiento y resistencia o tolerancia a enfermedades o climas, así como impulsar las investigaciones.
El comité tiene 270 días para emitir su opinión en cada expediente de solicitud, por lo que tanto Ramos como Alejandro Hernández, profesor e investigador de la Universidad Tecnológico de Costa Rica (Tec), consideran que empezará a tenerse las primeras autorizaciones en alrededor de un año.
Wayne Parrot, de origen guatemalteco, quien es investigador y profesor de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, indicó que el ingreso se ese tipo de semillas para producción de alimentos será paulatina. Para países como Guatemala están disponibles semillas para maíz, soya, papá, banano y algodón, aunque este último ya no se produce en el país, agregó.
Los entrevistados explicaron que en el caso del maíz criollo (blanco), que se da en el altiplano, estará protegido ese tipo de semillas modificadas no son aptas para la producción en climas de 1 mil 100 metros sobre el nivel del mar hacia arriba, como los del altiplano guatemalteco. Además,ese tipo de maíz no es apto, por ejemplo para consumo animal para los cuales se aprovecharían semillas transgénicas.
En el resto de regiones se puede sembrar ambas modalidades, agregó Hernández. “Con el hecho que se siembren con 15 días de diferencia no hay problema, no se mezcla la planta y pueden convivir”, expuso.
La Autoridad Nacional Competente (ANC) en el tema de organismos vivos modificados para uso agropecuario será el MAGA en Guatemala y el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria de Honduras (Senasa) en el caso del vecino país, según el reglamento regional.
Hernández indicó que Honduras ya tiene desarrollado sus herramientas para OVM hace varios años, además de Costa Rica. En el caso de El Salvador y Honduras, trabajan en implementarlo.
Producción: Uso diverso
Parrot, Hernández, y Ramos añadieron que aparte de la siembra y comercialización para el consumo también se abre se podrá efectuar investigación o más desarrollar de la que ya existe como la de caña de azúcar que ya tiene avances. Al hacer investigación se pueden lograr semillas de alimentos específicos que le interesen al país, agregó Ruano.
Según Eddy Mendoza, directivo de Fasagua, indicó que en cebolla y tomate ya se logran altos rendimientos, aspecto que a su criterio necesita lograr el maíz con OVM. “Honduras produce 180 quintales de maíz por manzana cultivada y Guatemala solo 35 quintales”, dijo.
También podría servir para combatir el fusarium del banano, mencionaron o tolerancia a diversos climas, dijeron.
“Por 23 años se ha investigado semillas modificadas y no se tienen resultados negativos” agregó Parrot.
“En la actualidad estamos aplicando tecnología que viene de los años de 1990, son 30 años en que Guatemala no se sube al tren de la tecnología. Ahora se busca que el agricultor pueda producir más alimentos en menos áreas de producción” mencionó Ramos al explicar los dos acuerdos emitidos.
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