Obama había aterrizado a última hora de la noche del sábado en la base de Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid, procedente de Varsovia, donde participó en la cumbre de la OTAN.
Fue recibido por el rey Felipe VI, que había invitado personalmente al presidente estadounidense a visitar España durante un viaje oficial a Washington en 2015.
Ésta será la única visita oficial de Obama al país, y la primera de un mandatario estadounidense en quince años, cuando George W. Bush llegó a Madrid, en junio de 2001, para reunirse con el entonces presidente José María Aznar.
“Estados Unidos tiene el firme compromiso de mantener nuestra relación con una España fuerte y unida”, señaló en la entrevista el domingo Obama, un mensaje que cae en plena fiebre independentista en la región de Cataluña.
Obama se encuentra con un país en tensión política, en medio de un bloqueo que la mantiene sin gobierno desde hace más de 200 días y ha llevado a las urnas a los españoles dos veces en seis meses.
El mandatario tiene previsto entrevistarse con el jefe de gobierno saliente, Mariano Rajoy, quien no obtuvo una mayoría clara para gobernar en las últimas legislativas y se encuentra en plenas negociaciones para buscar aliados que permitan su investidura.
Obama también prevé reunirse después con los líderes de los opositores Partido Socialista, Podemos y Ciudadanos. Antes lo hará con el rey.
“Tengo la confianza de que, sea cual sea el próximo Gobierno, España seguirá siendo un aliado sólido”, dijo Obama a El País, al esperar que el país “siga contribuyendo a la campaña contra el grupo Estado Islámico” y tenga una economía “que crezca”.
Para Obama éste no es su primer viaje a España, aunque sí el primero durante su mandato.
“Tuve oportunidad de recorrer el país cuando era un veinteañero que viajaba con mochila por toda Europa. Nunca he olvidado la hospitalidad del pueblo español ni su maravillosa cultura, y siempre he querido regresar”, dijo a El País.