Economía

Pandemia obligará a rediseñar mano de obra en sectores que generan empleo

La pandemia del covid-19 dejó un daño irreparable en el mercado laboral que implicará no solo el incentivo de proyectos de ley para generar nuevos empleos, si no enfocarse en una reconversión productiva que involucra a la mano de obra.

Cientos de trabajadores  han llegado al Ministerio de Trabajo a  denunciar que fueron despedidos y el patrono no les pagó la indemnización. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Cientos de trabajadores han llegado al Ministerio de Trabajo a denunciar que fueron despedidos y el patrono no les pagó la indemnización. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Esta semana se tiene previsto que el Ministerio de Economía (Mineco) presente en el Gabinete Económico su propuesta de reactivación que incluye una decena de iniciativas de ley que consideran necesarias para la recuperación y generación de plazas de trabajo. Se trata de una lista de diversos proyectos rezagados que van desde el reglamento del trabajo a tiempo parcial hasta las normativas en materia de leasing, doble tributación, factoraje, entre otras.

Hugo Maul, director económico del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), opinó que “la propuesta de reactivación que el Ministerio de Economía expuso en el Congreso, lo interpreto como un plan de acción que el gobierno le está recordando al Congreso, salvo unas leyes que dicen que están en fase de diseño, son propuestas de ley que el Congreso tiene hace años”.

“Trasladan mucha de la responsabilidad de la reactivación a leyes que están en el Legislativo, el plan expuesto por Mineco (en el Congreso) es una declaración de buenas intenciones, carece de mediciones del impacto esperado de cada una de las medidas”, criticó Jonathan Menkos, director ejecutivo del Icefi.

Reparar el mercado

Aunque legislar no puede ser la vía para recuperar empleos de forma inmediata, el reciente Plan para Reactivación para el Desarrollo (Predes), presentado por el Cacif, visualiza que sí puede haber efectos positivos para los próximos 10 años.

El plan del sector privado avizora resultados en el primer año de resultados (2021) cuando deberían estar en vigencia ocho acciones, entre ellas cinco leyes, para generar 183 mil 700 empleos más que los que genera la economía cada año,  explicó el economista de esa agrupación. El resto de acciones debe implementarlas el gobierno.

Y para el segundo año, con nueve acciones —cinco son leyes— se sumarían 118 mil 500 y el acumulado logrado por esas medidas podría llegar a 302 mil 200 empleos.  Al final del décimo año se podrían tener 590 mil 700 puestos de trabajo acumulados. Además de crecimientos económicos  que van de 4.1% a 6.1% en ese período.

Sigfrido Lee, asesor del Mineco, indicó que el gobierno traía una estrategia bastante agresiva en economía y empleo, pero  la  epidemia  hizo que cambiara.

“El hecho de una apertura económica no quiere decir que vamos a tener una reactivación económica”, dijo el funcionario. }

“No solo son los empleos que se han destruido, sino empresas” ya que “para muchos empresarios individuales y pequeños, su medio de vida se vio literalmente destruido”, expuso.

Explicó que es una cadena: Hay que crear mercado para vender y tener oferta pero las  personas necesitan ingresos para consumir.

Según el Presidente Alejandro Giammattei, con el Fondo de protección del empleo se han beneficiado 174 mil 676 trabajadores con contratos suspendidos, que representa la erogación de alrededor de Q978 millones.


Para Lee, será necesaria una adaptación del empleo porque las circunstancias cambiaron ya que antes se demandan algunos productos y servicios, pero la demanda cambió.

Se tendría que trabajar una medida específica ya que “necesitamos readaptar a la mano de obra”. Un ejemplo, es que ahora no hay demanda de meseros, pero sí de motoristas para reparto, dijo.

Lee ve necesaria la flexibilidad de la mano de obra. “No es que se abre la economía y de repente están todos los empleos, eso no va a suceder. Las empresas no van a arrancar al cien por ciento, todo será poco a poco en la medida en que se recuperan los mercados”.

Agregó que la mano de obra tiene que ser flexible, pero se deben tomar en cuenta el costo de la formalidad.

La flexibilización se lograría con la implementación del convenio 175 de la OIT que está vigente, pero urge reglamentarlo.

Lee dijo que también se deberá fomentar la empresarialidad ya que en el país gran parte de la fuerza laboral es de autoempleo y en la informalidad.

También es necesario  recuperar los temas de inversión, pero hay que cambiar muchas reglas y facilitar los procesos. “El empleo, la reducción de los costos, y la empresarialidad, y se está trabajando en la automatización de los registros y facilitar los procesos de formalización”, mencionó Lee.

Jorge Benavides, analista de Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), explicó que en Guatemala se establecieron fondos para créditos a las empresas pero que la ejecución es baja porque no se creó un mecanismo para agilizar los trámites. En el caso de la pequeñas y medianas empresas (pymes) les piden muchos requisitos como patente de comercio, registro sanitario, planilla actualizada del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (Igss) y el Registro Tributario Unificado (RTU) en la Superintendencia de Adinistración Tributaria (SAT), y es difícil cumplirlos si cada entidad tarda en cada trámite y “se vuelve muy lento aplicar al crédito”, agregó.

¿Por dónde empezar?

Benavides en la coyuntura del covid-19 han pasado varios meses y aún no se ve que se vayan a normalizar las actividades, por lo que la pregunta clave que se debe hacer el país es si los cambios en cada sector son temporales o permanentes mencionó.

Explicó que existen dos formas de ver a los sectores: los que más empleos generan y los que más aportan al crecimiento económico.

A su criterio, las actividades que cuyas capacidades se deben reacomodar son las que más empleos generan, entre estas el turismo, comercio, restaurantes, servicios (como call center y otros) y alguna manufactura, además de la agricultura.

Después estaría otro tipo de industria: logística, puertos y transporte o industria extractiva, entre otros que ayudan de mayor forma al crecimiento económico, mencionó.

Atender a las que más empleo generan va a tener un efecto de segundo orden, y es que quien tiene un trabajo tiene dinero para consumir y eso ayuda a dinamizar la economía, agregó el consultor.

En algunos sectores se tendrá que facilitar el acceso al crédito y hasta crear fideicomisos o fondos de garantía que permitan a más empresas de varios tamaños acceder. Uno de estos es el turismo, agregó.

Reenfoque

El reenfoque de la mano de obra va a ser necesario en varias vías. Una de estas puede hacerse por medio del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) para que diseñe y brinde los cursos de tres meses en ciertas labores y retomar el curso de seis meses para inglés que se había aprobado pero que no se implementó, explicó Benavides.

Se puede empezar por las maquilas y call center están buscando personal, pero indican que les hace falta este tipo de capacitación, agregó.

En el caso de call center están buscando unas 15 mil personas pero enfrentan el problema de un bajo nivel del idioma inglés de los aspirantes. Y en el de maquilas, el sector se tiene que preparar ya que aparte de la demanda internacional que pueda tener, tendrá la oportunidad de atender a personas y empresas que demanden uniforme y que requerirán piezas y telas de más fácil lavado y tratamiento debido a las recomendaciones de limpieza y desinfección más constante por el covid-19.

También deberá trabajar sectores como los de turismo, restaurantes y otros servicios que va a demandar certificaciones es el de exportaciones, ya que los países empezaron a pedir la certificación libre de covid-19 para el personal, comentó.

El Ministerio de Trabajo no ha presentado su plan para recuperación y generación de empleo.  En una conferencia con el sector privado, autoridades de dicha entidad mencionaron que es necesario retomar acciones de capacitación y fortalecer la Dirección de Empleo, la cual cuenta con poco personal, y es el encargado de velar por la implementación de las políticas de empleo.