Economía

Paul Boteo: “Esta pandemia puso al descubierto la inoperancia de nuestro Estado”

El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo, Paul Boteo brindó sus perspectivas económicas y enfatiza que será un periodo complicado para el aparato productivo nacional como efectos del coronavirus.

El economista Paul Boteo director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo afirmó que lo más probable es una segunda ola de despidos, suspensiones y reducciones de salarios en los próximos cinco meses por las medidas anunciadas el pasado 12 de julio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El economista Paul Boteo director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo afirmó que lo más probable es una segunda ola de despidos, suspensiones y reducciones de salarios en los próximos cinco meses por las medidas anunciadas el pasado 12 de julio. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Anticipa que será una recuperación lenta y no inmediata como a un principio se consideraba.

Reiteró la necesidad de proponer un plan de apertura económica razonable, luego que se presentará la metodología para llevarla a cabo.

Boteo quien es economista, conversó con Prensa Libre sobre diferentes aspectos, que están en la coyuntura, así como las perspectivas 2021.

La semana pasada el Banco de Guatemala (Banguat) informó que la economía creció 0.7% en el primer trimestre -enero, febrero y marzo) y el Índice Mensual de la Actividad Económica (Imae) -11%, que son indicadores que expresan los efectos reales de la pandemia en la producción.

¿Qué perspectivas económicas refleja la Fundación para el segundo semestre del año con el efecto de la pandemia?

Debido a la evolución de la pandemia y a las medidas que se están tomando para combatirla, el segundo semestre será complicado para la economía guatemalteca.

Las abruptas caídas del Índice Mensual de Actividad Económica, de la recaudación fiscal y de las importaciones entre marzo y junio, nos indican que las medidas de cierre parcial están teniendo efectos dramáticos en la frágil economía guatemalteca.

El problema es que las medidas anunciadas el domingo pasado -12 de julio-, nos hacen suponer que el área metropolitana tendrá restricciones en todo lo que resta del año y en esta región se concentra el 57% del empleo formal y gran parte de la producción nacional.

Bajo esta perspectiva, lo más probable es una segunda ola de despidos, suspensiones y reducciones de salarios en los próximos cinco meses.

¿Cuáles son los escenarios optimista y pesimista para la economía?

El escenario pesimista es que el PIB del país caiga 5% en 2020, lo cual sería la mayor contracción económica de los últimos noventa años.

Este es el escenario más probable si se continúa con las restricciones actuales y bajo el supuesto que Estados Unidos experimente una lenta recuperación en el tercer y cuarto trimestre.

Este escenario podría parecer exagerado, pero The Economist estima una caída de 5.4% del PIB de Guatemala para este año.

El escenario optimista es una contracción de 3% del PIB en 2020, lo cual supondría que, en términos generales, el país logró implementar protocolos efectivos de higiene y distanciamiento físico, que permiten abrir más la actividad económica.

De todas formas, se experimentaría una contracción por los meses de encierro parcial que hemos tenido, porque la confianza de los consumidores e inversionistas esta minada y también porque el entorno económico mundial es adverso.

Sin embargo, se lograría evitar una segunda ola de despidos, suspensiones y reducciones de salarios.

El mercado laboral está afectado como pocas veces en la historia del país, pero los próximos meses podrían ser peores si no se toman las decisiones correctas.

¿Cómo percibe la confianza del empresariado, y acciones para recuperarlo?

La confianza de los empresarios e inversionistas parece estar en mínimos históricos.

La pandemia esta fuera de control a nivel mundial y está afectando particularmente a la región latinoamericana. Los gobiernos, en la desesperación por tratar de controlar esta pandemia, toman medidas extremas que terminan destrozando las economías de los países.

Guatemala no escapa a esta realidad y las medidas anunciadas el domingo -12 de julio- terminaron por hundir las expectativas de alguna recuperación de las empresas en el 2020.

Las importaciones de bienes de capital cayeron en los meses de marzo, abril y mayo, según los datos de la SAT y cuando se publiquen las cifras de junio, seguramente será la misma tendencia. Esto nos indica que las empresas están reduciendo sus inversiones y seguramente no se recuperará en todo lo que resta de este año.

El gobierno tiene que proponer un plan de apertura económica razonable, entendiendo que el coronavirus estará presente por lo menos en los próximos dos años, como señalan los científicos.

Tendremos que aprender a seguir protocolos estrictos de higiene y distanciamiento físico, que nos permitan abrir la economía y salvar el medio de sustento de millones de guatemaltecos.

La estrategia para enfrentar el coronavirus debe ser factible de realizar en el contexto de un país subdesarrollado. Eso ayudaría a recuperar la confianza de los inversionistas.

¿Qué es lo más crítico -a su entender- que puede ocurrir en una economía?

El escenario catastrófico para la economía es que se pretenda cerrar completamente el país como lo hicieron España, Italia y Nueva York en su momento. Nuestro contexto de precariedad económica nos impide implementar una estrategia de ese tipo.

Ante el rebrote del virus que están experimentando varios países desarrollados, la estrategia ha sido tratar de focalizar las acciones en los puntos más críticos y evitar un nuevo cierre total de la economía.

Si esos países están conscientes de los altos costos que implicaría un nuevo cierre total, nosotros debemos comprender nuestro contexto y evitar tomar acciones que terminaría destruyendo gran parte de nuestra economía.

En un escenario pesimista el PIB del país caiga 5% en 2020, por los efectos del coronavirus lo cual sería la mayor contracción económica de los últimos noventa años, según Boteo. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Además de la crisis sanitaria ¿qué otros aspectos están en la mira?

Un factor clave es la ejecución del gasto del gobierno. Al mes de mayo la ejecución presupuestaria era la más baja de los últimos ocho años.

En momentos de una crisis sanitaria y económica de magnitudes históricas, el presupuesto público aprobado debe ejecutarse eficientemente para dar una respuesta rápida a las necesidades apremiantes de la población.

Se entiende que la Ley de Contrataciones es engorrosa y poco efectiva, que el presupuesto con el que se trabaja no es el ideal para el contexto de 2020 y que es un equipo de gobierno nuevo.

Sin embargo, las crisis sanitaria y económica se agravan aún más, si los fondos públicos no son ejecutados con eficiencia y transparencia. Se esperaría que en el segundo semestre se incremente la ejecución del gasto público, sobre todo de los programas destinados a enfrentar la doble crisis que vivimos.

¿Cómo visualiza el programa de la recuperación económica?

El plan debería incluir recuperar la infraestructura del país, para facilitar el comercio interno y nuestra conexión con el mundo. Ocupamos el puesto 134 de 141 países en conectividad vial, según el Foro Económico Mundial, lo cual representa un obstáculo para el crecimiento económico.

También debe trabajarse en una nueva propuesta de zonas francas que sea atractiva para la inversión extranjera.

Los países asiáticos lograron convertirse en potencias exportadoras precisamente porque desarrollaron zonas especiales en donde se les brindaba certeza jurídica e incentivos especiales a las empresas. Es un modelo que tenemos que impulsar nuevamente.

Es fundamental insistir nuevamente en la integración centroamericana. Es difícil llamar la atención de los inversionistas extranjeros si somos países pequeños.

Con la integración de la región lograríamos presentarnos como un bloque de 50 millones de personas, con un PIB de US$270 millardos y 500 mil kilómetros cuadrados. Aún unidos no alcanzaríamos la escala de Colombia, que tiene un PIB de US$323 millardos, pero seríamos mucho más visibles.

Además, se debería revisar la regulación que existe en el país y actualizarla para ser un país más competitivo a nivel global.

¿Qué lecciones deja al país económicamente hablando y cómo prepararse?

Esta crisis nos enseña que debemos construir un Estado más profesional y eficiente para enfrentar desafíos tan grandes como una pandemia, que, según algunos científicos, serán más comunes en el mundo globalizado que vivimos.

Reconozcamos que tenemos un Estado disfuncional y emprendamos la impostergable tarea de reformarlo.

Nos enseña, además, que debemos trabajar arduamente en formular y ejecutar una agenda que incremente sustancialmente el crecimiento económico y la generación de empleo formal en el país.

Debemos dejar el conformismo y la mediocridad de celebrar cuando la economía del país crece 4%, ya que es insuficiente para sacarnos de la pobreza.

Lo mínimo que debería crecer nuestra economía cada año es 8% y hasta que no lo logremos, no debemos darnos por satisfechos. Solo creciendo a este ritmo de forma constante durante varias décadas, alcanzaremos el desarrollo.

Por último, es importante destinar más recursos a nuestro sistema de salud y educación para construir el capital humano necesario para pasar de una economía que produce bienes primarios, a una economía más sofisticada.

Esta pandemia puso al descubierto la precariedad de nuestro sistema económico, la calamidad de nuestro sistema de salud y la inoperancia de nuestro Estado.

El gobierno tiene que proponer un plan de apertura económica razonable, entendiendo que el coronavirus estará presente por lo menos en los próximos dos años, como señalan los científicos, afirmó el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Desarrollo. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

¿Qué apuntes y cómo se percibe un 2021?

El 2021 todavía está lleno de bastante incertidumbre. Al inicio de la pandemia, cuando se creía que sería cuestión de dos o tres meses tenerla bajo control, se tenía la expectativa de una recuperación económica robusta en 2021.

Sin embargo, existe la posibilidad de que los efectos de la pandemia alcancen gran parte del 2021, lo que implicaría un estancamiento de la actividad económica a nivel mundial y también localmente.

A esto se tendría que sumar la posibilidad de una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que también afectaría el comercio internacional.

El escenario de una fuerte recuperación en 2021 cada vez parece más lejano. El escenario más optimista sería el de un crecimiento modesto y evitar un segundo año de contracción económica.

¿Qué sectores productivos -a su entender- empujarán la recuperación y la economía?

Los sectores que podrían experimentar un mayor dinamismo cuando se logre recuperar cierta normalidad, sería comercio, construcción, actividades inmobiliarias, actividades financieras y en menor medida, alojamiento y restaurantes.

Algunos de estos sectores han sido de los más afectados con el cierre parcial de la economía, por lo que, al iniciar con niveles tan bajos o nulos de actividad, reportarán un crecimiento más alto que aquellos sectores menos afectados.

En cualquier caso, la recuperación será lenta y no inmediata como se creía al inicio.

Muchas empresas cerrarán sus actividades en los próximos meses, lo cual hará más difícil que se concrete el escenario de una rápida recuperación.

¿Cuál sería el plan en qué todos los actores se deberían poner de acuerdo para salir adelante desde el punto de vista económico?

Luego de la devastación que está causando y causará esta pandemia, será momento de pensar en grande.

El país y la región deben impulsar una agenda de competitividad que nos sitúe a los niveles de los mejores países de Asia, en cuanto a eficiencia logística, interconexión, infraestructura, innovación, absorción de tecnología y capital humano.

Es aquí donde la Integración Económica Centroamericana será clave en el proceso de recuperación.

Nuestra meta debe ser lograr un crecimiento económico de por lo menos 8% en los próximos años.

Pensar en pequeños ajustes, solo nos dejará de nuevo en el pantano del subdesarrollo y vulnerables al próximo desastre.

 

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