“Traemos una parte de Guatemala con nosotros y esa es nuestra esencia”, expresó el ejecutivo quien conversó con Prensa Libre y compartió detalles del negocio y la estrategia que los guiará a lograr sus objetivos de crecimiento para los próximos cinco años.
Pollo Campero llegó en 2002 a Estados Unidos, específicamente a Los Ángeles, California, y en abril de este año llegarán a la mayoría de edad desde que arrancaron operaciones con el primer restaurante que califica como “icónico”, porque es uno de los locales que batió récord al vender US$1 millón en 32 días.
“Fue el “boom” y desde entonces empezó la historia de éxito”, aseguró el ejecutivo.
La inversión acumulada de CMI en Estados Unidos es de US$100 millones con 80 restaurantes, 60 propios y 20 que otorgaron bajo el modelo de franquicia.
En el tema de capital humano se generan aproximadamente dos mil empleos entre los 80 restaurantes, en la mayoría de ellos los colaboradores son guatemaltecos, salvadoreños y de otros países de Latinoamérica.
La mayoría de las gerencias de restaurantes están lideradas por mujeres, quienes se han destacado por su compromiso y excelente profesionalismo.
La distribución es ordenada y la mayoría de los restaurantes se localizan en la parte Sur y Este de Estados Unidos en los siguientes Estados:
- California
- Washington DC
- Texas
- Florida
- Minnesota
- Oklahoma
- Nueva York
Hay dos modelos de restaurantes, uno que está enfocado al consumidor nostálgico, donde buscan que los colaboradores sean de la misma comunidad y personas apasionadas por la marca. Sin embargo, dijo Rodas, el consumidor nostálgico es finito y aún hay más comunidades que se pueden atender.
El segundo modelo es llegar a otros mercados donde no hay una presencia tan grande de consumidor nostálgico, y se contratan empleados locales, todo depende de dónde esté ubicado el restaurante, pero entre un 60 y 70% de colaboradores son de origen latino.
Giro hacia las franquicias
Rodas afirmó que aún existen oportunidades de expansión en Estados Unidos, los planes en un horizonte de cinco años son abrir 100 restaurantes, y aquí es donde viene el giro de 180 grados, porque esperan otorgar 70 bajo el modelo de franquicia y 30 propios.
“Aquí ya cambia el modelo y la mezcla que estamos persiguiendo, buscamos alcanzar a largo plazo el 50% de restaurantes propios y 50% de franquicias”, indicó el directivo.
Para lograr ese objetivo contrataron a un director de franquicia con 30 años de experiencia quien dirigirá el crecimiento futuro.
Rodas indicó que tienen autorizados una inversión de US$45 millones para fondear el crecimiento, la mayoría de nuevos restaurantes estarán ubicados en California, “porque el potencial es gigante, solo hay 14 entre Los Ángeles y San Francisco y queremos llegar a 35, el resto en Washington DC, Nueva York y Texas”.
A largo plazo la aspiración es llegar a 500 restaurantes, pero sin proyección en años, porque en su opinión debe de llevarse a cabo por etapas.
Atracción de inversión
En opinión de Rodas las bases del éxito y desarrollo en Estados Unidos son la fidelidad hacia las raíces de la marca, la confianza en el producto, apalancar el sabor y calidad, por lo tanto, son aspectos que generan confianza tanto en los clientes como en los posibles inversionistas.
“Hay tres indicadores que las personas observan en la industria de restaurantes en Estados Unidos, el primero, es que cada restaurante vende en promedio US$1.8 millones al año, eso significa que venden un 20% más del promedio de las 100 marcas más grandes en ese país y en eso se fija un inversionista”, destacó.
El otro indicador es que por 31 trimestres consecutivos la marca ha crecido, y al ser consistente genera renombre, el tercer indicador es que es un momento ideal para la expansión porque la categoría de pollo en la industria de comida rápida es la que más crece.
En el tema de precios afirmó el directivo que son competitivos y estables, incluso, en algunos restaurantes no han aumentado los precios en tres años.
“La inflación es baja en Estados Unidos, la mayoría de las negociaciones de insumos se hacen a largo plazo, somos cuidadosos en la estructura de precios”, resaltó.
El pollo tradicional ocupa entre el 60 y 70% de las ventas totales de los restaurantes, tener un producto diferenciado, con un menú amplio, y conservar el sabor original, son los que lo hacen atractivos, afirmó Rodas.
Espíritu de la marca
Pollo Campero en Estados Unidos cuida la esencia de la marca que nació en Guatemala, al preguntarle sobre cambios drásticos, dijo que estarían dispuestos a hacer un cambio, pero debe ser global, porque la base del éxito es conservar su origen.
En algunos restaurantes se hicieron pequeños ajustes al menú, por ejemplo, en unos venden empanadas, pero no es el producto principal, en otros se vende yuca frita, un detalle que destacó es que no se vende pollo extra crispi sino solo tradicional y a la parrilla.
La marca otorga recursos importantes a la investigación y desarrollo, donde se evalúan tendencias, productos nuevos, ideas diferenciadoras, pero primero hacen una prueba piloto y seleccionan unos dos restaurantes, se prueban por un período entre 8 y 12 semanas.
“Hay cosas que funcionan y otras que no, como un sándwich picante que no tuvo buena aceptación. La clave es animarse, la ventaja es que se puede cambiar o desplegar rápido, todo el tiempo hay una tubería de proyectos”, enfatizó Rodas.
En cinco restaurantes están haciendo pruebas de abrir más temprano e incorporar un sándwich con huevo, pero aún no han implementado la opción de desayunos.
Rodas concluyó que son respetuosos de las raíces de la marca y se siente orgulloso de poder poner el alto el nombre de Guatemala.