El exfuncionario prestaba asesoría en temas económicos para algunas empresas y personalidades reconocidas, también fungía como director editorial de un medio de comunicación impreso.
El economista graduado de la Universidad Francisco Marroquín, y previo a ser funcionario también fue miembro del Centro de Investigaciones Económicas (CIEN). Después fue nombrado ministro de finanzas en el gobierno de Portillo.
Durante su gestión impulsó una reforma tributaria, llevando a cabo la convocatoria del pacto fiscal que modificó la tasa del impuesto al valor agregado (IVA) del 10% al 12%.
Se le recuerda como una persona tecnócrata, que aunque no tuvo experiencia previa en hacer gobierno, llevó a cabo el manejo de las finanzas públicas de una manera adecuada.
Su padre también llamado Eduardo Weymann fue coronel militar y a pesar que se enfrentó con el lado duro del partido del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), en los últimos años se dedicó a asesorar a la bancada del FRG y fue asesor a tiempo completo del FRG en el congreso y luego se unió al partido VIVA con Zury Ríos.
Sus últimas apariciones públicas fueron cuando fue invitado a la comisión de finanzas del Congreso a exponer comentarios y opiniones de la reforma a la Ley de la SAT, el año pasado.
También estuvo un tiempo preso durante el gobierno de Oscar Berger. Weymann fue capturado por participar en la transferencia ilegal de unos Q38 millones de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) a entidades mercantiles ligadas al exsuperintendente Marco Tulio Abadío.
Por lo anterior, el 30 de marzo de 2005, el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal absolvió a Weymann por peculado y lo condenó por falsedad ideológica a tres años de prisión, pero conmutados por la multa de 90 quetzales diarios.