Es decir, perciben menos ingresos por su café y además se está poniendo en riesgo la siguiente cosecha, ya que la fertilización y el mantenimiento son factores clave para mantener sanos y productivos los cafetales, por lo tanto, los fondos del fideicomiso servirán para amortiguar la caída del precio.
El precio internacional del café en la Bolsa de Valores de Nueva York con cierre en marzo cayó a uno de los niveles más bajos de los últimos 14 años, US$96 por quintal de café oro. En el 2005 y en septiembre de 2018, el precio registró el bajo histórico de US$92 por quintal café oro ex dock NY.
Bernardo Solano, presidente de Anacafé comentó que “quienes más sufren las consecuencias de los bajos precios internacionales son los caficultores de pequeñas áreas que suman más de 121 mil.
“Los costos de producción por quintal de café oro están entre los US$220 y los US$280, dependiendo de la productividad, pero los productores no logran cubrir sus costos, esto es insostenible en el corto plazo”, manifestó el directivo.
Urgen fondos
Con los fondos del fideicomiso se brindan créditos en condiciones adecuadas a productores calificados a una tasa de entre el 2 y 3% anual. Los fondos deben ser destinados para diversificación de cultivos, renovación y mantenimiento de cafetales, agro industrialización, comercialización y cosecha.
Actualmente, el monto del fideicomiso es de US$100 millones, equivalentes (en su momento) a Q805.5 millones, de los que se han recibido Q505.5 millones y se tiene pendiente de recibir Q300 millones.
“Hacemos un llamado a los diputados para que aprueben la iniciativa 5498, esto permitirá a los productores contar con fondos a un plazo adecuado en el fideicomiso llamado Apoyo Financiero para los Productores del Sector Cafetalero Guatemalteco. Con esto los productores de pequeñas áreas tendrán un paliativo que les permitirá mantener e incrementar su productividad y calidad mientras los precios se recuperan, manteniendo empleos y mitigando la emigración”, mencionó Solano.
En octubre de 2018, la Comisión de Economía y Comercio Exterior del Congreso de la República remitió a la Dirección Legislativa el Dictamen Favorable a la iniciativa 5498 “Ley para la reactivación económica del café” que introduce una ampliación al Fideicomiso Apoyo Financiero para los Productores del Sector Cafetalero guatemalteco.
Alerta internacional
Además, Anacafé se unió al llamado de otras instituciones representantes del sector en los países productores a nivel regional para que todos los actores de la cadena del café participen de manera responsable y equitativamente en la determinación de un precio que garantice la sostenibilidad del cultivo.
“Con estos precios, la sostenibilidad económica del cultivo está en riesgo en todos los países productores. La industria en los países consumidores debe darse cuenta de que, seguir presionando los precios a la baja destruye al productor y sin productor no hay café, no hay negocio para nadie” advirtió Bernardo Solano, presidente de Anacafé.
En Guatemala, 125 mil familias dependen directamente del café, de estas, más de 121 mil producen en pequeñas áreas. El sector genera alrededor de medio millón de empleos en todos los departamentos del país, en 204 de los 340 municipios. La economía de muchos de estos municipios depende, en gran medida, del café.
A nivel regional, los países que integran Promecafé (6 países de Centroamérica, Jamaica, República Dominicana, Perú y México) se han manifestado y trabajan para incidir en el mercado internacional para reducir el desequilibrio existente entre las ganancias que logran las grandes firmas importadoras – tostadoras internacionales y los productores de café.
La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) de Colombia hizo este miércoles un llamado al Gobierno nacional y a la industria para que se adopten medidas en favor de los caficultores ante la caída del precio del grano, que está por debajo de un dólar la libra en la bolsa de Nueva York.
Al Gobierno, el Comité Directivo de la FNC le solicitó en un comunicado “encontrar soluciones estructurales a la difícil situación que viven los cafeteros del país y que impacta directamente a la economía nacional y las condiciones sociales de más de 500 mil familias y más de 3.5 millones de personas que viven del café”.
En concreto, la entidad pidió apoyo en cuanto al precio del grano y un incentivo para la renovación de cafetales, así como buscar alternativas en el tema de fertilización, actividad clave para mantener sanos y productivos los cafetales.
Asimismo, los cafeteros manifestaron que la actual situación los pone contra la pared para el cumplimiento de las obligaciones crediticias vigentes, así como para la compra de fertilizantes e insumos, cuyo valor ha venido creciendo.
Al borde de la extinción
La industria del café “está al borde de la extinción”, aseguró el diputado Mario Segura, unos de los más grandes productores de café en Honduras. Resaltó que el café se traspasa de generación en generación pero las nuevas generaciones no tienen motivación para continuar el patrimonio.
“No podemos con los bajos precios y las deudas en los bancos”, lamentó Segura.
Honduras es uno de los cuatro países más pobres del hemisferio pero es el quinto productor mundial de café, que vende en Europa, Estados Unidos y Asia. Los otros grandes productores son Brasil, Vietnam, Colombia e Indonesia.
Alrededor de 120 mil productores tienen cultivos de 250 mil hectáreas en 16 de los 18 departamentos de Honduras. En la cosecha 2017-2018 exportaron 9.4 millones de sacos de 46 kg. El grano aportaba 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en la época de buenos precios.
Segura atribuye la debacle de los precios al “avorazamiento” de las empresas importadoras que pagan una miseria por el producto. “Con lo que ellos ganan en diez libras compran cien libras”, sostuvo.
Néstor Lagos cuenta que ha podido mantener viva su finca de 150 hectáreas con mucho sacrificio.
Hace cinco años las plantaciones hondureñas se vieron atacadas por el destructor hongo de la roya, y los productores se endeudaron para reemplazar las plantas por especies resistentes a la enfermedad, explica.
En esa época el saco se cotizaba en más de US$200, pero el precio actual es de US$100 en la bolsa de Nueva York. Para obtener un mayor rendimiento requiere fumigar los cultivos al menos tres veces al año, pero para reducir costos solo fumiga dos veces.
*Con información de AFP
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