En el Ixcán, Quiché, por ejemplo, dijo Rivas, ni siquiera se recuperan los costos de producción ya que debido a la competencia provocado por el contrabando mexicano venden el quintal de maíz a Q60, mientras que los costos de producción son de Q83.60. La pérdida es de Q23.60 por quintal, expuso.
Las pérdidas podrían llegar a Q21 millones 240 mil tomando en cuenta el volumen de cosecha al cultivar unas 10 mil manzanas, ejemplificó.
Si esa cosecha se pudiera vender a Q110 como se estimaba al inicio de la siembra las pérdidas serían de otra cifra similar, refirió Rivas, al mencionar que el diferencial entre el costo de producción y el precio de expectativas de venta eran de Q26.40.
“Los productores están angustiados” y estamos trabajando y colaborando con las autoridades para que se combata el contrabando mencionó al referir que “ya son estructuras de contrabando y no solo gente que pasa como operación de contrabando hormiga”.
Rivas advirtió que al tratarse de producto de contrabando no tiene mayores controles fitosanitarios y las plagas que pueden afectar a plantas en el país y pone en riesgo a los humanos porque podría tener nicotoxinas.
Anagrab tiene alrededor de 100 organizaciones de productores excedentarios de granos básicos que agrupan a unos 10 mil agricultores con potencial mínimo de unas 40 mil manzanas, pero si existen mercados pueden ampliarse, indicó.
Critican falta de acciones del Gobierno
Anagrab recordó que en el 2016 realizaron varias denuncias y se creó la Comisión Tripartita, la cual integran los ministerios de Gobernación y de Agricultura, así como la Superintendencia de Tributaria. La idea es que dicha comisión velaría para controlar el contrabando pero critican que “no se ven acciones tendientes a combatir el problema del contrabando de los granos básicos y otros productos”. Añaden que el maíz y el frijol son alimentos esenciales en la dieta de la población guatemalteca y la generación de empleo que aporta este sector al país.