Economía

Profesionales exigen medidas ante crisis

Terminar con la politización de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y que las autoridades de Gobierno le devuelvan la independencia perdida son dos de las recomendaciones que ayer hizo el Colegio de Contadores Públicos y Auditores de Guatemala para que esa institución recupere la credibilidad.

Óscar Chile Monroy, presidente del mencionado colegio, enfatizó que para que la despolitización pueda materializarse, debe reformarse la Ley Orgánica de la SAT, para que ni el Ejecutivo, ni el Legislativo, puedan meter las manos en la administración, especialmente en el nombramiento del Directorio o de las autoridades superiores de esa institución.

Asimismo, el profesional llamó la atención sobre la necesidad de que se establezcan parámetros para evitar contrataciones de referencia sin la calificación técnica requerida.

Según el Colegio de Auditores, se debe nombrar un superintendente probo, experto en temas tributarios, para lo cual se debe convocar a un grupo de notables que a su vez presenten candidatos.

Otra de las recomendaciones del Colegio es exigir que se cumpla con la ley orgánica de la SAT en cuanto a su “autonomía funcional, económica, financiera, técnica y administrativa…”.

Sistema obsoleto

Otra de las sugerencias planteadas ayer es rediseñar el sistema informático y modernizar el equipo de cómputo, pues según Mario Roberto Coyoy, vocal de la junta directiva del Colegio de Auditores, es necesario actualizar los sistemas de cada unidad, puesto que trabajan de manera independiente, sin estar integradas.

Enio de Jesús Morales, vicepresidente de la Junta Directiva del Colegio, sugirió crear una unidad especial de transparencia que vele por que en cada departamento de la SAT se trabaje con honradez.

Según la directiva del Colegio de Contadores Públicos y Auditores de Guatemala, se debe actuar en apego “absoluto” a las leyes fiscales en los procesos de fiscalización y requerimientos de información a los contribuyentes, pues se han dado casos de requerimientos de obligaciones ya prescritas —cuando pierde efectividad lo demandado por la Ley—.

Además, los profesionales sugirieron que las auditorías fiscales se enfoquen en los contribuyentes con posibilidades reales de aportar al fisco.

Asimismo, la organización de profesionales recomendó que se faciliten y agilicen las solicitudes de los contribuyentes en relación con información sobre casos concretos y que se dicten talleres de salud mental y motivación a los empleados de la SAT para elevar su autoestima y que atiendan mejor a los contribuyentes.

ARCHIVADO EN: