Para ello, ha organizado la tercera edición de lo que denomina el Puerto Rico Investment Summit, que en esta ocasión se centrará durante dos días en inversores potenciales de América Latina, España y el ámbito hispano de EE. UU.
Así, y según las cifras facilitadas por el Gobierno de la isla, al Hotel Condado Vanderbilt acudirán mañana cerca de 150 potenciales inversores.
El 40 % de los inversores internacionales confirmados vienen de países latinoamericanos donde Puerto Rico tiene oficinas comerciales, como Colombia, Panamá, Perú y República Dominicana.
Un 28 % de los asistentes son latinos que viven en EE.UU., un 13 % proceden de España y el resto de Brasil, Chile, Ecuador, México y Venezuela, según las autoridades locales, que facilita un listado de asistentes.
A todos ellos, el Gobierno de Puerto Rico quiere convencerlos de que es el lugar ideal para invertir -sobre todo gracias a unas enormes desgravaciones fiscales- y desde aquí hacer negocios de cara también a entrar en los mercados de EE.UU. o América Latina.
Para ello, ha organizado dos días de reuniones con conferencias y mesas redondas temáticas sobre las oportunidades de inversión en turismo, infraestructuras, manufactura y servicios que ofrece la isla, así como sobre las ventajas fiscales con que cuenta.
Entre los participantes en las mesas redondas hay una amplia representación de empresas españolas, con directivos de Gas Natural Fenosa, Balearia, Agbar, Reig Capital Group, Cuatrecasas y Eulen. De ese país también está prevista la participación de Nuria Vilanova, presidenta de Atrevia.
Uno de los invitados más destacados es el expresidente de Chile Sebastián Piñera, que en una entrevista previa con Efe explicó que durante su intervención hará un repaso de la actualidad económica de América Latina.
También aprovechará su estancia en Puerto Rico para reunirse con legisladores y políticos locales, a los que dará a conocer su punto de vista sobre cómo se debe afrontar una situación de falta de liquidez como la que sufre el país caribeño.
La isla se mantiene al filo de un cierre gubernamental por falta de fondos para pagar las nóminas y hacer frente a la ingente cantidad de deuda que tiene emitida en los mercados financieros, que ya han cerrado sus puertas a Puerto Rico.
El Legislativo puertorriqueño rechazó la pasada semana la propuesta del gobernador Alejandro García Padilla de impulsar una reforma tributaria con la que elevar la recaudación que tenía como eje la implantación de un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 16 %.
Con sus notables incentivos fiscales para la inversión extranjera, el Gobierno de Puerto Rico quiere atraer capital, mientras ve cómo se produce un duro éxodo de jóvenes universitarios y profesionales a EE. UU. donde no necesitan visado, dado su estatus de Estado Libre Asociado.