Hermez Ruiz, experto en soluciones tecnológicas aplicadas al mundo empresarial, Recursos Humanos 2.0 y estrategias digitales, aborda el tema del amor entre empresas, clientes y empleados, en una entrevista exclusiva para Prensa Libre.
¿Cuál es la importancia de enamorar a los empleados y a los clientes?
Las “Empresas Sensuales” como lo expone en su libro Jesús Vega de la Falla, son las que han entendido la simplicidad de la ecuación. Cuidar a los clientes internos,tanto como a los clientes externos, es absolutamente fundamental.
Son empresas dotadas de ciertas cualidades que les sirven para conectar con las personas y así obtener de ellas los objetivos que se proponen.
Recurren a rasgos y técnicas tan humanas y tan poco institucionales como la sensualidad y la seducción. Apple, Zara, Starbucks, Virgin o Google son todas ellas ejemplos paradigmáticos de lo que en la práctica significa ser una “empresa sensual”.
Han construido su personalidad de tal manera que la forma en que hacen las cosas resulta para sus clientes mucho más importante que cualquier otra circunstancia.
Google, Apple y Zara son ejemplos que siempre saltan a la palestra para hacer gala de esas empresas que han seducido a consumidores tanto o más, como lo ha hecho con una horda de talentos incondicionales con dichas marcas interesadas en vincularse a sus filas.
En la guerra por el talento, ser el objetivo primordial de los mejores en sus puestos, otorga una ventaja excepcional. Lo mejor, una estrategia de Marca Empleador (Employer Branding) es apta para cualquier empresa sin importar su tamaño.
¿Cómo lograr el vínculo entre empleados y clientes?
En una época en la que empleados y candidatos actúan como consumidores (clientes potenciales o reales), es de vital importancia que las organizaciones se tomen muy en serio la tarea de establecer una estrategia encaminada a desarrollar su Marca Empleador.
No es un tema de moda, es un tema asociado con la sostenibilidad en el largo plazo de la empresa. Si lo ven desde la óptica del responsable comercial, entenderá que un empleado alineado, comprometido, pero sobretodo enamorado de la empresa, será el mejor de los vendedores de los productos o servicios de la misma.
Si lo ven desde la óptica del responsable financiero, podrán apreciar que ese empleado enamorado producirá como mínimo un 18% más de acuerdo a las estadísticas.
La creatividad, innovación, productividad y rentabilidad se disparan vertiginosamente en organizaciones que dan verdadero sentido a aquello de mimar a sus empleados, para que ellos lo hagan a su vez con los clientes.
¿Cuán rentable es?
En un informe presentado por Gallup Consulting, se indicaban cifras como estas:
– La productividad se incrementa en un 18%
– La rentabilidad en un 12%
– El ausentismo se reduce en un 27%
Esas cifras son por si mismas contundentes e inspiradoras para dar el paso en la dirección correcta.
¿Debe convertirse en una cultura lograr enamorar a los empleados y a los clientes?
Absolutamente sí.
Una cultura francamente conectada con los empleados y los clientes es vital para el desarrollo y crecimiento de las organizaciones.
¿A través de qué método se pueden alcanzar esos objetivos?
Paso 1: Conceptualizar
¿Cuáles son mis valores?
¿Cuál es la cultura corporativa?
¿Cómo nos comunicamos?
Paso 2: Diseñar
¿Cuál es mi diferencial?
¿Realmente mi equipo lo percibe?
¿Cómo lo vamos a comunicar?
¿Cómo se va a medir?
Paso 3: Desplegar
Paso 4: Medir…Siempre medir
¿Por qué se debe recurrir al amor?
Porque ese matrimonio, mientras se de en una manera natural, es el mejor vehículo para el crecimiento.
Cuando se ama lo que se hace, deja de ser un trabajo, pasa a ser un deleite para todos, razón por la cual todas las partes salen absolutamente ganadoras.