Los restaurantes rápidos y casuales cuentan con las características de ofrecer un menú de calidad superior a las cadenas tradicionales de comida rápida con la utilización de ingredientes frescos, de temporada y donde se evita la congelación, en donde el cliente puede hacer sus propias combinaciones dentro de un menú limitado.
Estos restaurantes cuentan con una decoración superior y acogedora igualmente y no se cuenta con el servicio a mesa, así como tampoco es común el autoservicio.
El segmento se ha caracterizado por operar con mejores rendimientos económicos en comparación a todas las demás categorías de restaurantes.
De acuerdo con el análisis hecho por Francorp, esto se debe a que el público consumidor está más consciente del valor que recibe su dinero en un momento en que los consumidores no contaban con el mismo recurso para consumir en restaurantes de mantel blanco y casuales de servicio completo pero al mismo tiempo no deseaban comer de forma permanente en los negocios de comida rápida.
Este año, esas cadenas de rápido movimiento han consolidado sus posiciones en el top 200 publicado por la revista Franchise Times.
Varios de los principales motores de esta clasificación pertenecen al grupo de rápidos y casuales. Esto se debe en gran medida a que “las prioridades de los clientes han cambiado y son mucho más conscientes de lo que comen”, como indica en la misma publicación Paul Damico, CEO de Moe's Southwest Grill.
“Los restaurantes rápidos y casuales ofrecen a los clientes la oportunidad de personalización y opciones más saludables en un entorno oportuno a un precio asequible”.
Respecto a la rentabilidad los conceptos de fast-casual tienen ingresos en su mayoría con un margen superior a las otras categorías. Hay un rango significativo dentro de cada concepto por supuesto pero los promedios de ventas altos y los márgenes modestos producen buenos ingresos y un retorno de la inversión más rápido. Esto lo logran por un lado con precios más altos que la comida rápida, aunque el costo sigue siendo importante, especialmente entre los diversos grupos de generación del milenio.
Dentro de una evidente saturación del mercado restaurantero en la región, hasta el momento esta parecería ser la categoría con mayores oportunidades de supervivencia a mediano plazo, aunque curiosamente es el sector menos desarrollado en Centroamérica, con apenas pocos participantes. De tal forma que con seguridad iremos viendo la aparición de nuevos conceptos con propuestas de valor muy claras, con productos de mayor frescura, calidad, en un ambiente relajado y a un precio justo y expandiéndose con franquicias de forma acelerada. ¡Enhorabuena!