El primero registra 3,9 millones de contagios y más de 121.000 muertes, en el mundo, por detrás de Estados Unidos, y sigue registrando más de 800 decesos por día. El presidente Jair Bolsonaro ha considerado que las medidas de aislamiento, apoyadas por los gobernadores, son peores que la enfermedad, debido a su impacto económico.
Datos y autoridades del ministerio han apuntado a una tendencia a la baja en los números del coronavirus en el país. En la última semana epidemiológica, cerrada el sábado, Brasil registró la menor cifra de casos en poco más de un mes, además de la menor cantidad de muertos desde mediados de mayo.
El martes, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) anunció en el país una contracción económica récord del 9,7% respecto al primer trimestre, cuando ya había retrocedido 2,5%, y regresó a sus niveles de 2009.
La contracción del segundo trimestre se dio “en el auge del aislamiento social, cuando diversas actividades económicas fueron parcial o totalmente paralizadas para enfrentar la pandemia”, explicó la coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE, Rebeca Palis.
Perú, por su parte, tiene la mayor mortalidad por el COVID-19 en el mundo. El sistema nacional de defunciones registró entre abril y agosto de este año 68.192 muertos más frente al mismo periodo del 2019. Muchos murieron con síntomas de COVID-19, pero sin pruebas.
En otro empeño para frenar el virus, Perú prorrogó el estado de emergencia nacional hasta finales de septiembre con una cuarentena focalizada en la mayoría de regiones del país.
A la crisis de la pandemia se suma el retroceso de la economía de Perú, el segundo mayor productor de cobre en el mundo, que según una proyección del Gobierno se hundirá este año un 12%, su peor desempeño en casi tres décadas.
Reactivaciones económicas y reapertura de vuelos
Parte de las actividades que se suspendieron hace cinco meses en países como Colombia y Bolivia, se reanudaron esta semana.
En Bolivia, a pesar de que las autoridades han anunciado que los contagios continúan altos, el martes se reanudaron los vuelos comerciales internacionales.
Así mismo, se amplió la jornada laboral y gran parte de las actividades suspendidas se retomarán. Los viajes terrestres también se reactivaron, al igual que en Colombia, donde el martes comenzó una nueva fase sin cuarentena. Esta incluye la reactivación de vuelos nacionales, el transporte terrestre sin restricciones y la apertura de atención al público de sectores como los restaurantes.
No obstante, las autoridades locales podrán prohibir o limitar la movilidad, como en Bogotá, en donde sectores como el comercio, la manufactura, los restaurantes y otras actividades se turnarán por días para operar, lo que amenaza con demorar la recuperación de la economía.
También se mantendrán las restricciones a eventos masivos y la concentración de grandes multitudes.
El extenso confinamiento sumió a este país en una contracción de 15,7% en el segundo trimestre y disparó el desempleo a un récord de casi 25%.
Fuertes crisis
Chile reportó los primeros casos de coronavirus a inicios de marzo y desde entonces impuso restricciones y medidas de confinamiento sobre buena parte de la población de más de 19 millones de habitantes, que afectaron principalmente a la actividad comercial y de servicios.
El país inició hace poco un lento proceso de desconfinamiento al levantar cuarentenas en varias ciudades y parte de la capital Santiago, aunque algunas ciudades han tenido que dar pasos atrás en el proceso debido a deterioros en las cifras de contagio.
La economía chilena retrocedió un 10,7% interanual en julio, debido al impacto de la pandemia, una caída menor a la esperada por el mercado, informó el martes el Banco Central.
El retroceso del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), que representa alrededor de un 90% del Producto Interno Bruto, tiene lugar tras la caída del 12,9% en junio según cifras revisadas. En mayo, dos meses después de iniciada la pandemia en Chile, la economía se desplomó un histórico 15,2%.
Al lunes, autoridades de salud reportaron más de 411.000 casos de coronavirus y 11.289 muertes confirmadas por la pandemia.
Por su parte, la inflación de Venezuela en julio alcanzó a un 19,6% con lo que el alza acumulada de los precios en siete meses fue del 491,9%, reportó el martes el Banco Central del país sudamericano.
Venezuela lleva seis años en recesión con hiperinflación y enfrenta un colapso de los servicios básicos, más un débil sistema de salud, en momentos que aumentan los casos de coronavirus que ya superan los 45.000.
En febrero y marzo, el Gobierno logró que los precios bajaran luego de una parcial apertura económica que implicó la relajación de controles al sector privado. Sin embargo, bajo la cuarentena nacional por el COVID-19 los precios volvieron a aumentar.
(Con información de AFP y Reuters).