Víctor Asturias, ministro de Economía, aseguró que las reformas permitirán un clima de negocios favorable y se fortalecerá la economía guatemalteca. “Así, los emprendedores y las micro, pequeñas y medianas empresas podrán acceder con más facilidad a la formalización de sus sociedades mercantiles”, enfatizó el funcionario.
Óscar Chile Monroy, especialista en temas tributarios, agregó que otra reforma positiva fue la posibilidad de celebrar las asambleas de accionistas mediante reuniones electrónicas, dado que responden a las necesidades actuales de un mundo globalizado.
Por otro lado, las reformas vienen a armonizarse con la Ley del Secreto Bancario, porque incluye una norma que establece que las sociedades mercantiles deben registrar todas las cuentas bancarias que estén a su nombre en su contabilidad.
“Toda entidad mercantil debe depositar el dinero de sus operaciones en una cuenta bancaria. Es un complemento a la ley de revelación de información bancaria”, explicó Chile Monroy.
Para Amán Sánchez, asesor del Programa Nacional de Competitividad de Guatemala (Pronacom), los cambios también facilitarán una mejora en calificaciones de índices internacionales, como el Doing Business. Adelanto, sin embargo, que los resultados se verán reflejados el próximo año.
Falta camino
Analistas económicos y especialistas tributarios opinaron que aunque los cambios son positivos, aún faltan pasos para lograr la modernización completa en la manera de hacer negocios en Guatemala.
Para David Casasola, analista del Monitor Global de Emprendimiento de la Universidad Francisco Marroquín, el avance en la mejora de la competitividad del país no debe limitarse a esas reformas.
“Es tiempo también de empezar a enfocarse en que un cierre de negocio también sea efectivo. Lo vemos en las estadísticas. Muchas empresas se registran sin movimiento y no se les da un seguimiento de sus operaciones”, dijo Casasola.
Para el analista en emprendimiento, aún quedan desafíos que se deben afrontar para mejorar las condiciones económicas del país.
“Por un lado es fomentar el camino a la formalidad, pero también es necesario que operen en la formalidad”, dijo.
Añadió que aún hay desafíos, como “reconocer que la legislación comercial, legal y tributaria, no necesariamente se encuentra diferenciada para que este tipo de empresas continúen caminando”, resaltó Casasola.
Otros factores que se deben tomar que afectan el clima para hacer negocios, según Chile Monroy, son los temas de la seguridad física, las extorsiones y asaltos que atentan contra el patrimonio de las empresas.
A ello se unen desafíos en temas de seguridad legal y fiscal, sin olvidar el tema de infraestructura que actualmente está en deterioro.
Sobre este último punto hay previsión de aumento en los costos de traslado de productos, porque las carreteras no responden a la demanda comercial del país.
“Estos factores son un desincentivo para la creación de empresas, la intención de formalidad y de atraer inversión extranjera directa, —pues todos— están lejos de la realidad, tomando en cuenta los aspectos antes señalados”, puntualizó el profesional. Las reformas al Código de Comercio entrarán en vigor 90 días después de su publicación en el Diario de Centro América.