El investigador aseguró que el 2015 cerró como un año con una “alta incidencia de roya con varios niveles de severidad” y no descartó que este comportamiento continúe en el 2016.
“Las condiciones de alta temperatura y con la enfermedad dispersa en el país muestran un escenario donde se mantendrá el comportamiento epidémico”, explicó Anzueto.
María Eugenia de la Vega, directora ejecutiva de productores del café luqueño, que produce la asociación Samajel Achí Loy, de San Lucas Tolimán, Sololá, advirtió de que el hongo se expandió por la cuenca del lago de Atitlán.
“Bajó la producción en un 30% y prevemos que en el 2016 será peor por el cambio climático”, dijo la ejecutiva.
Enero-marzo 2015 la roya manifestó alta inductividad, prevalencia de esporas y lesiones en hojas.
Abril-agosto por el fenómeno de El Niño se evidenció un letargo, pero volvió a activarse con las pocas lluvias.
Septiembre en la zona de producción del Corredor Seco presentó defoliación de plantas que afectó el crecimiento.
De la Vega comentó que la cosecha bajó de 210 quintales diarios en 2014-15 a entre 40 y 50 quintales este año.
Reducen aplicación
Josué Morales, gerente de Mayaland Coffee, dijo que los productores carecen de recursos para las cuatro aplicaciones de fungicida necesarias para controlar el hongo.
“Es importante que el caficultor pueda contar con insumos y elementos para nutrir las plantas. No hay que dormirse y buscar apoyo para garantizar que no se tenga una recaída en la enfermedad”, concluyó el productor cafetalero.