El mapa detalla que, aunque hay que recorrer más kilómetros para poder circular sin ser detectados por las autoridades, el margen de ganancia sigue siendo atractivo para los operadores ilegales que se dedican a este flagelo.
“Cuando se hace un esfuerzo para combatir el contrabando, resulta que las contrapartes ilegales también buscan las formas de mantener su negocio ilícito”, dijo Enrique Lacs Palomo, director ejecutivo de la CGAB.
El ejecutivo resaltó que a pesar de los retenes en la CA-2 occidente (carretera de Escuintla hacia la frontera Tecún Umán) de la Policía Nacional Civil, acompañados por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y Ministerio Público, los contrabandistas han diversificado sus rutas y métodos para evadir los operativos oficiales.
Las mafias están utilizando mecanismos alternos y desarrollando su logística para mantener el comercio ilícito, recalcó Lacs Palomo.
Los contrabandistas han encontrado otras rutas para evadir los cercos policíacos de control, para llegar a sus puntos de distribución, señala Mazariegos. Los caminos son por fincas y parcelamientos en la Costa Sur. @prensa_libre @Economia_pl pic.twitter.com/qAA8fXcOGF
— Urías Gamarro (@ugamarro_pl) June 29, 2018
El ejecutivo mencionó que la investigación fue propia y se desarrolló durante 90 días, empleando metodologías de observación en el Río Suchiate, nivel de ventas de las empresas asociadas en varias regiones, así como la documentación en sectores donde se almacenan y distribuyen los bienes, hasta llegar a los puntos de venta al detalle.
La investigación confirmó que existen ocho grandes territorios donde el contrabando se impone con relación a la producción nacional.
Las rutas
Luis Mazariegos, director del Observatorio contra el Contrabando, reveló que en promedio ingresan 50 camiones de cinco, 10 y hasta 20 toneladas con productos que ingresan desde Tecún Umán, que es el punto de distribución para otros sectores del país.
Para evitar los retenes en la CA-2 Occidente, los transportistas optan por cruzar caminos vecinales y pasos vehiculares en fincas, para lograr salir a la carretera entre Champerico y Retalhuleu, que es la primera ruta.
Desde ese sector se distribuye para atender los mercados de Retalhuleu, Mazatenango, Villa Nueva, Mixco y la Ciudad Capital.
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La ruta dos, como la denominó Mazariegos, va desde Tecún Umán hacia San Marcos (norte) y luego en caminos vecinales llega a San Juan Ostuncalco, hacia su destino, que es Quetzaltenango y Totonicapán.
“Hay centros de acopio que funcionan como grandes bodegas y de distribución del contrabando y es ahí desde donde salen para los mercados cantonales, tiendas de barrio y abarroterías”, dijo Mazariegos.
Ahora, dijo, se está detectando una nueva modalidad que son las tiendas de productos mexicanos, que comienzan a desplazar a la tradicional tienda de barrio.
Explicó que desde Huehuetenango también se mantiene un flujo desde la Mesilla para atender Quetzaltenango.
“Huehuetenango es tierra de nadie y es uno de los tramos más peligrosos de intervenir”, afirmó el directivo.
Ruta náutica
Mazariegos destacó que se descubrió que las bandas que ingresan cigarros desde Belice ya no lo están haciendo por la vía terrestre utilizando Melchor de Mencos, Petén, sino que emplean lanchas rápidas (tiburoneras) para poder ingresar por Río Dulce (Izabal).
Desde ese punto, distribuyen para Guatemala, El Salvador y Honduras, respectivamente.
Impacto en ventas
Gregorio Osuna, vicepresidente de la CGBA, dijo que el impacto promedio del contrabando en las ventas es de 30% para la industria nacional de alimentos en general.
“Es una competencia desleal, hay evasión de impuestos y se puede observar la diferencia de precios entre los productos de contrabando se comercializan con respecto a las empresas que cumplimos con la ley”, afirmó.
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Mazariegos dijo que la relación promedio nacional del contrabando es de tres productos por siete que producen las fábricas en el país, pero en sectores fronterizos pondera los ilegales.
“La devaluación del peso con el quetzal está impactando en estos momentos en esas regiones”, puntualizó Mazariegos.
En 2016 se calculó que la evasión y el contrabando representó Q17 mil millones al fisco, según una muestra de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes).
Piden intervención
Mazariegos solicitó que el Ejército controle el paso de contrabando por estas rutas.
En ese sentido, el coronel Óscar Pérez Figueroa dijo que están en disposición de intervenir en el apoyo, pero que esos son operativos que coordina la PNC y la SAT.
“Tenemos una fuerza de tarea en el área fronteriza, pero para poder actuar debe existir una coordinación con las otras autoridades”, aseguró.
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