Recinos enfatizó que a pesar de que la perspectiva es negativa, la calificación de riesgo país de esa firma quedó igual en Ba 1.
Ba1 con perspectiva negativa es ahora la calificación de riesgo país otorgada por la calificadora Moody's.
De igual manera, el Ministerio de Finanzas indicó por medio de un boletín de prensa que consideró la decisión como “precipitada”, debido a que “la historia de las dos últimas décadas demuestra que los eventos políticos, impactos de desastres naturales, de coyunturas económico-financieras adversas y de crisis mundiales, no han incidido en la estabilidad macroeconómica del país y se ha mantenido la prudencia de las políticas fiscales y monetarias”.
César Arias, director de Latinoamérica Fitch Ratings, manifestó que no podía opinar sobre la decisión de Moody’s, no obstante resaltó que el país goza de estabilidad macroeconómica y que los indicadores macro demuestran que la economía está creciendo a un buen ritmo.
De acuerdo con el ejecutivo, hasta este momento la percepción de los escándalos de corrupción en el gobierno de turno no tienen impacto directo en las variables económicas.
Óscar Jasaui, presidente de la firma Pacific Credit Rating, coincidió con Arias y refirió que el país mantiene estabilidad económica a pesar de la inestabilidad política, por lo que el cambio realizado por Moody’s fue una decisión apresurada, aunque no descartó que la situación política podría evolucionar a mayor inestabilidad.
Agregó que el cambio de perspectiva no afecta la calificación individual de las otras calificadoras pues estas son independientes.
César Barceinas, director internacional de finanzas públicas de la agencia Standard & Poor’s Ratings Service, también afirmó que se desestimaba que los temas de corrupción tuviesen un impacto en el manejo macroeconómico del país.
El directivo explicó que pensar que el tema político se prolongue más allá de las próximas elecciones, sobre todo con el cambio de gobierno, es improbable.
“La ventaja es que en el caso de que haya elecciones este año esto funcionará como una válvula de escape”, dijo Barceinas.
El analista independiente y ex superintendente de Administración Tributaria, Miguel Gutiérrez, explicó que la crisis política no ha afectado ninguna variable económica de inversión o consumo.
“Moody’s primero debería de haber observado cómo terminaría de solventarse la situación, todo apunta a que esta crisis política nos llevará a un fortalecimiento institucional”, expuso el analista.
Gutiérrez recordó la fortaleza de la deuda soberana de Guatemala e indicó que la misma se coloca en el mercado a un valor muy cercano al que se compra y vende en los países desarrollados calificados con categoría de grado de inversión.
Agregó que eso es una muestra más de la solidez de nuestra economía.