“Fue un acuerdo en el que Guatemala propuso algo y Corea no estuvo a favor y por eso no se logró el consenso. Esto es una pérdida de oportunidades”, afirmó José González-Campo, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif).
Hasta donde se acordó, es que Guatemala y Corea continuarán las negociaciones de forma bilateral para alcanzar cerrar el acuerdo, señaló Enrique Lacs Palomo, viceministro de Economía, por medio de un comunicado de Prensa.
“Aún no hemos alcanzado consenso en temas de acceso a mercados y reglas de origen, hemos participado activamente en el proceso de negociación y buscamos alcanzar un acuerdo favorable y balanceado que permita conservar e incrementar las oportunidades de empleo que genera el sector productivo nacional”, aseveró el funcionario.
El funcionario resaltó que: “debemos ser cautos en lo que negociamos, defender los intereses del país y nivelar las asimetrías que tenemos con una economía como la coreana”.
Riesgo
Para el sector metalurgia la vigencia del acuerdo representaba una amenaza para la industria nacional, que ponía en riesgo a las firmas nacionales.
“No es que nos opongamos al acuerdo, lo que sucedió es que el 7% de los productos a intercambiar en el sector de aceros mataban a la industria local”, señaló ayer Estuardo Rivera, presidente de la Gremial de Metalurgia, adscrita a la Cámara de Industria (CIG).
Según el directivo, se había logrado en la mesa de negociación acuerdos del 93% del universo para el acceso de mercado de productos de la metalurgía, pero Corea demandaba, otros bienes.
Entre esos productos, se encuentran 26 fracciones arancelarias, como barras de acero, tubos galvanizados, láminas y otros derivados de la industria que se fabrican en el país.
“Estamos defendiendo nuestra industria, y decimos que si las partidas que representan el 7% se ceden, prácticamente es matar al sector metalúrgico”, afirmó.
Ese porcentaje, explicó no era negociable.
Rivera, recordó que Corea, es el quinto país mayor productor de acero a nivel mundial, y que para Guatemala.
Iniciar de nuevo
David Juárez, vicepresidente de la Cámara Guatemalteco-Coreana de Comercio, lamentó que el país no suscriba el acuerdo en los tiempos acordados.
“Es algo que nadie se lo esperaba, ni los empresarios que ya tenían planes de expansión en ambas vías, hacer inversiones, así como los ministros de Centroamérica”, aseguró.
El ejecutivo, subrayó que con esta decisión de aplazar la vigencia del acuerdo, “es iniciar de nuevo todo el proceso” para Guatemala.
Si las negociaciones marchan en su curso, el país podría adherirse entre dos a tres años.
Otro problema, dijo, es que entrarían mercancías con los países firmantes, y luego ingresarían a Guatemala lo que distorsiona el mercado.