Economía

Siembran más variedades de caña de azúcar

El Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar (Cengicaña) reveló el último censo varietal para la zafra 2015-16, y uno de los hallazgos más importantes fue que once variedades de caña de azúcar se cultivan comercialmente, cada uno abarca más del uno por ciento de área y entre los once ocupan el 87.3% de producción total.

Once variedades de caña son cultivadas en país, según los resultados de la investigación científica de Cengicaña.

Once variedades de caña son cultivadas en país, según los resultados de la investigación científica de Cengicaña.

Héctor Orozco Vásquez, coordinador del Programa de Variedades de Cengicaña-Guatemala, informó que la investigación se basó en el 79% del área total cultivada equivalente a 213 mil 327 hectáreas de producción total de caña de azúcar en Guatemala, con la colaboración de todos los ingenios que forman la agroindustria azucarera guatemalteca.

La información permitió concluir que la agroindustria azucarera de Guatemala está dando pasos hacia “una distribución varietal balanceada como la que se tuvo a inicios de los años de 1980”, dijo el investigador de Cengicaña.

Ciencia y economía

El censo de variedades de caña de azúcar en Guatemala es publicado cada año por el Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar (Cengicaña) con el propósito de contribuir con información técnica y científica acerca de los cambios de uso de variedades de caña de azúcar a través del tiempo, desde el primer registro en 1980.

La investigación tuvo una duración de tres meses. Dos meses en la etapa de recolección y validación de los datos y un mes en la elaboración del documento escrito.

El estudio contiene referencia de uso en cada ingenio y zona de producción de dos tipos de variedades de caña, las comerciales o tradicionales y las variedades nuevas recomendadas por el programa de variedades de Cengicaña.

En el uso está implícito el tema de adopción, el cual es diferente para cada ingenio azucarero; por lo tanto, la mayoría de ingenios están a la expectativa de los resultados en producción de las variedades nuevas en uso por los primeros adaptadores.

Las más cultivadas

La variedad más cultivada y que abarca el 33.4% del área total es la CP72-2086, originaria de la Estación Experimental Canal Point Florida, EE. UU.

La investigación, en la que también participó el técnico fitomejorador de Cengicaña Rafael Buc, observó que es la más cultivada a pesar de que es una variedad moderadamente susceptible a la roya naranja (Puccinia kuehnii).

La segunda variedad más importante en el país y que abarca el 15.4% de territorio es la CP73-1547. La tercera más sembrada ahora es la CP88-1165 con 13.9% continuando con su tendencia fuerte hacia el decremento en área sembrada.

En cuarto lugar se ubica la variedad CG98-78 (Cengicaña-Guatemala) con 7.3 por ciento (15 mil 646 hectáreas del área censada).

El surgimiento de esta nueva variedad con más del uno por ciento de área fue en la zafra 2011-12 y con el incremento de área en relación con la zafra anterior tiene una tasa de incremento anual de cerca del dos por ciento.

Este incremento en área se debe a que CG98-78 es una variedad de maduración natural intermedia-tardía y por lo tanto apropiada para el segundo y tercer tercio de la zafra.

El estudio técnico reflejó que el tipo de maduración natural de la CG98-78 se basa en su curva de maduración natural y en la baja incidencia de floración y corcho durante los meses de zafra.

Mejorar productividad

El estudio contribuye al incremento de la producción, “porque en la medida que más se adoptan las variedades nuevas el valor de la productividad de azúcar en Guatemala será mayor”, enfatizó Orozco.

Los investigadores destacaron que la disponibilidad de un censo de variedades actualizado apoya el proceso de toma de decisiones en la selección de la mejor opción varietal para una determinada área de producción y sus características de clima y suelo.

Orozco explicó que el decidir sobre una variedad de caña de azúcar es importante porque el cultivo se establece por al menos cinco años.

“Es decir, una buena o mala decisión permanecerá por un periodo relativamente largo con sus repercusiones en producción y/o resistencia o susceptibilidad a plagas y enfermedades”, concluyó el científico de Cengicaña.

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