Economía

Sócrates y los negocios

Lecciones vigentes del filósofo griego sobre la sabiduría, el fracaso, la envidia y hacer lo correcto.

De esta breve obra se pueden desprender consejos para una vida entera, pero me centraré en aquellos que funcionan en los negocios y en el día a día.

La primera lección de Sócrates es sobre ego. A Sócrates, el Oráculo le había dicho que él era el hombre más sabio. En lugar de tomarlo como una realidad, luchó para demostrar que esto no era cierto.

Durante su lucha, se dio cuenta de que cada vez que encontraba a alguien que decía ser sabio, resultaba exactamente eso, en un decir. Evidenció que mucho ego y poco conocimiento era lo más común que se encontraba.

Lo anterior lo podemos aplicar en los negocios cuando hablamos sobre éxito. Nos enseña a no vivir de nuestros logros pasados, sino a seguir buscando. Nos enseña que lo fundamental del conocimiento es, como bien decía Sócrates, aceptar que no se sabe nada. El día que creamos que sabemos todo, ese día dejaremos de aprender.

La segunda lección se basa en las causas de fracaso y de muerte de los buenos hombres.

Sócrates lo divide en dos: envidia y detracción. La envidia causa que no seamos felices con lo ajeno, y que consecuentemente, lleve a la detracción del prójimo, a su denigración. ¿Con qué propósito? El de destruir al hombre bueno.

En los negocios puede suceder que nos encontramos con la envidia y con la detracción, lo importante es saber que esto no está en nuestro control y si es el caso, la envidia se puede tomar como una forma de halago escondido.

Es por ello que resulta importante ser un hombre de bien, tal como lo aconseja Sócrates, velando por ayudar a los que nos acompañan en este camino que es la vida. Mucho de ello puede desarrollarse a través de la enseñanza a los otros.

Una tercera y última lección sería la de hacer lo correcto. Sócrates insiste en que los hombres le temen a la muerte más que a hacer lo incorrecto, sin saber que hacer lo incorrecto causa la muerte, una muerte en vida.

El hacer lo correcto en los negocios trae una gran recompensa, que es ir a dormir con tranquilidad y ver a otros con la paz que solo causa el hacer lo correcto.

Hacer lo correcto es trascender, ayudar al prójimo y seguir un camino de buenas acciones. Marco Aurelio añade a esto que no se debe discutir qué es un hombre bueno, sino qué se debe ser un hombre bueno. Sólo podemos ser buenos hombres y mujeres si nos enfocamos en la acción.

Un consejo final de Sócrates es el de defender lo justo, lo apropiado. Siempre dar la cara por lo que es bueno y enfrentar lo malo.

Sócrates se centra considerablemente en la acción más allá que en el pensamiento, pues tal como lo discute él, la acción es lo único que nos demuestra sabiduría.

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