En lo que va del año algunas instituciones bancarias han negociado por lo menos 10 fincas por la cuales obtuvieron ingresos superiores a los Q63 millones.
Para algunas instituciones estos fondos llegaron en el momento más adecuado, sirviendo, incluso, para saldar compromisos de pago con el Banco de Guatemala, Banguat.
Entre los bancos más beneficiados con la negociación de las fincas está el Banco del Ejército, Banejer, que vendió cuatro inmuebles al mencionado fondo por Q37 millones 222 mil 965.
Parte de los recursos recibidos sirvieron para pagar un crédito por reestructuración obtenido de parte de la banca central.
El segundo mejor ingreso lo tuvo el Crédito Hipotecario Nacional, CHN, que negoció una finca por valor de Q7 millones 700 mil; sin embargo, en el futuro, su lugar podría ser ocupado por el Banco del Café, Bancafé, que actualmente negocia una finca localizada en El Tumbador, San Marcos, por la cual ha puesto un precio de oferta de Q16 millones.
Más en cartera
Luis Lara, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala, ABG, aseguró que el negocio para los bancos consiste en la captación de recursos de los depositantes y colocarlos en créditos, los intereses obtenidos sirven para cubrir los gastos de administración, buscando siempre tener utilidades.
Mario Aroldo León, gerente del Banejer, comparte la opinión; sin embargo, ha visto en la negociación de ?activos improductivos? una buena salida para la crisis que afrontaban.
Reconoce que las negociaciones hechas a lo largo del año, ?han sido una tabla de salvación? y por lo mismo ya piensan en la posibilidad de vender cuatro fincas más, por la cuales piensa agenciarse de alrededor de Q50 millones.
Origen de las fincas
Según Manfredo Töpke, ex presidente de la Asociación Nacional del Café, Anacafé, la mayor preocupación es que el sector caficultor está descapitalizado y es por eso que algunas fincas que se entregaron como garantía de préstamo ?han sido recogidas?.
El empresario aclaró que la Anacafé no tiene un registro de la cantidad de fincas embargadas, pero pronostica que en el futuro los productores podrían perder otros bienes.
Lara, aceptó que quedarse con activos extraordinarios ?no es un negocio netamente bancario?, por lo que las instituciones tratan de salir rápidamente del activo.
Al mismo tiempo recordó que existe la limitación de ?que en menos de dos años deben desprenderse del activo?.
Lo que falta son fondos
Sergio Mollinedo, gerente de Fonatierra, explicó que durante el año se han entregado cuatro fincas en las que se invirtió Q37 millones 403 mil.
A eso suma tres inmuebles más pendientes de entrega cuya inversión fue de Q10 millones 694 mil. Igual número de fincas están en proceso de trámite y su valor es de Q15 millones 855 mil.
Mollinedo, dijo tener conocimiento de los problemas que afronta el agro con los bancos y desde sus perspectiva, no se ha sentido una ?presión fuerte de oferta de fincas?.
Aunque reconoció que tanto la oferta como la demanda son amplias, dijo que lo que falta son recursos.
Sergio Mollinedo, gerente del Fonatierra
?Este año ya no se negociarán más fincas porque en el presupuesto no contamos con fondos para facilitar más créditos?.
Manfredo Töpke, ex presidente de la Anacafé
?Lo que nos preocupa es el impacto hacia el productor y para el país, ya que no sólo se pierde la propiedad, sino se reduce el empleo?.