Las pujas, en la sala y por teléfono, comenzaron en €25 millones y pasaron rápidamente a €26 y €27 millones, pero a partir de ahí la evolución de los precios fue más lenta y menos pronunciada, primero en €250 mil, luego de €100 mil en €100 mil y después en €50 mil hasta alcanzar los €28 millones en que se adjudicó.
Este vehículo quedó lejos del que hasta ahora ostenta el récord mundial, un Ferrari 250 GTO de 1962 que fue adquirido en 2014 por US$38.1 millones.
El automóvil subastado ayer participó en numerosas carreras, como las 24 horas de Le Mans, donde consiguió el récord de velocidad.
Con él, Ferrari se llevó el título de constructores en 1957 con victorias, por ejemplo, en el Gran Premio de Venezuela.
Es “el mejor Ferrari de los años 50” y “una bestia de carrera” , aseguró el director general de Artcurial Motorcars, Matthieu Lamoure.
La casa de subastas pondrá a la venta estos días otros 124 coches, entre ellos un Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, cuyo precio se estima entre los 9 y los 12 millones de euros, procedente desde 1989 de la colección del suizo Antoine Midy y desde su fallecimiento de su familia.
También hay un Ferrari Testarossa Spider Valeo de 1986 encargado y construido expresamente para el entonces patrón de Fiat, Gianni Agnelli, en versión descapotable, con un valor estimado de entre €680 mil y 900.000 euros.
Dentro del salón de coches de época Rétromobile que se celebra en París, se va a subastar un total de 361 automóviles de colección, de los que 17 se cree que superarán el millón de euros. EFE