Pero este es el tipo de cambio promedio ponderado, que está un poco lejos de los precios reales de mercado, pues, por ejemplo, una entidad bancaria ofrecía ayer para la compra Q7.58 por US$, pero para la venta era de Q7.94; la compra y venta de dólares en documento se tasaban en Q7.61 y Q7.91 respectivamente; mientras que, si las divisas se negociaban por medio de una aplicación, los montos eran de Q7.64 y Q7.91.
En otro banco, los precios para las operaciones en agencia eran de Q7.58 para la compra y de Q7.95 para la venta, pero en línea se cotizaba cada dólar en Q7.60 y Q7.93. También se pudo detectar que otra institución bancaria ofrecía un tipo de cambio de Q7.66 para compra y Q8.04 para la venta, que fueron los valores más altos.
El tipo de cambio es un precio al que los agentes económicos le brindan una total atención, pues es fundamental para la toma de decisiones en varios giros de negocios o de inversión, sobre todo en el segundo semestre del año, cuando se incrementa el volumen de importaciones y por lo tanto, hay una mayor demanda de dólares.
De hecho, en el informe de evaluación del Capítulo IV que realizó el Fondo Monetario Internacional (FM) y que presentó hace algunas semanas reconoce que “las presiones inflacionarias siguen siendo elevadas, con la tasa en abril de 2023 situada en 8.32 por ciento. La moneda ha permanecido estable y los saldos de la balanza exterior han mantenido su solidez, a pesar del elevado costo total de las importaciones”.
La versión oficial
José Alfredo Blanco Valdés, vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat), fue consultado al respecto y declaró que el tipo de cambio se mantiene dentro de su estacionalidad; al insistirle sobre la diferencia del precio de referencia con un año de diferencia, dijo que “Se ha quedado (el tipo de cambio) en cierto nivel durante cierto tiempo, pero es normal para esta época del año. Sobre todo, después del 10 de mayo, cuando entra un importante flujo de remesas; después empieza a subir”.
Y efectivamente, este lunes se reportó el ingreso de divisas por remesas familiares en mayo, que de nuevo alcanzó una cifra histórica de US$1 mil 811.9 millones (unos Q14 mil 169 millones) que es el más alto observado en las estadísticas oficiales. En los primeros cinco meses del año, el monto acumulado asciende a US$7 mil 796.7 millones (Q60 mil 970 millones), con una tasa de crecimiento del 10.7% respecto al mismo período del 2022.
Entonces, según el funcionario, el precio de la divisa se ha mantenido en un nivel de Q7.80, de manera estacional, “lo que consideramos normal; el flujo de remesas continúa y veremos qué pasa en los siguientes días, pero esperaríamos que no haya mucha volatilidad”.
Y sobre el repunte indicado, dijo que la oferta de dólares se redujo levemente en el mercado institucional de divisas porque algunas entidades y empresas están realizando pagos al exterior, pero el manejo de tesorería de las entidades bancarias es normal para esta época del año.
A su criterio, no hay ninguna anomalía, y recordó que lo que pasó en el último trimestre del 2022, cuando en un día determinado, el precio del dólar alcanzó Q7.91233 por US$1, “siempre la tendencia es a depreciarse y el año pasado hubo un momento en que también se redujo la oferta en algunos bancos que realizaron operaciones fuertes, pero todo eso se normalizó”.
¿Podríamos esperar un tipo de cambio anclado en Q7.80? Fue otra de las preguntas formuladas al funcionario, a lo que respondió: “vamos a esperar cómo se comporta (la divisa) porque la estacionalidad nos mantendría por ese nivel, pero depende también a corto plazo del manejo de los bancos. Como siempre, esperamos mucha estabilidad”.
Al hablar de estabilidad, se entiende como la ausencia de volatilidad en el tipo de cambio, pues si eso ocurre, la banca central interviene vendiendo o comprando divisas en el mercado institucional, debido a la activación de la llamada regla cambiaria. O sea que, para evitar fluctuaciones abruptas en el comportamiento del tipo de cambio nominal, el Banguat participa en el mercado institucional de divisas mediante una regla transparente y simétrica, para moderar la volatilidad, sin afectar su tendencia.
Es así como al 30 de mayo último, había comprado US$70 millones y había vendido US$135.3 millones. Estos montos son mucho menores a los observados anteriormente: en el 2022, fueron US$1 mil 909.6 millones en compras y US$1 mil 370.3 millones en ventas, según el reporte oficial.
Movimientos en la estacionalidad
Ricardo Rodríguez, de la firma consultora Central American Business Intelligence (Ca-bi), expresó que el análisis sobre el tipo de cambio debe ser integral y verlo hasta el cierre del año, pero lo que se observa en lo que va 2023, los movimientos han sido típicos y nada fuera de lo común, con una leve apreciación durante esta primera parte.
Explicó que en estos momentos se espera y hay mayores ingresos de divisas por exportaciones, sobre todo del sector agrícola, y es lo que pasa todos los años. Ahora se empieza a observar lo contrario, aunque no es el momento cuando más se aprecia la divisa. Ya se ha empezado a observar una subida de al menos tres centavos, pero no es ni cerca del movimiento que debería verse entre agosto, septiembre y octubre. “No deberíamos pensar que este (aumento) es el más alto del año, sino esperar que siga subiendo”.
A juicio del analista, es un movimiento no tan brusco, tal vez impulsado por una menor entrada de remesas familiares, porque en los últimos tres meses se han venido desacelerando, pues ya no crecen al 20% y eso es algo que llegaba a estabilizar fuertemente la oferta y la demanda de moneda extranjera, lo que ya no es tan fuerte, al igual que las exportaciones. “Los grandes flujos de divisas están lastimados”.
Al preguntarle sobre la tendencia, explicó que ahora hay una combinación de oferta y demanda, sobre todo de entrada de divisas, por medio de exportaciones y remesas, pero aún hace falta el momento cuando se tengan que pagar las importaciones que se esperan en el tercer trimestre del año. “En agosto, septiembre y octubre es cuando las empresas empiezan a hacer las importaciones para fin de año y ahí aumenta la demanda para tener dólares y liquidar esas compras, así que en esos meses, el tipo de cambio subirá por motivos estacionales.
Impacto en los combustibles
No obstante, lo anterior, el tipo de cambio ha influido en el comportamiento de los precios de los combustibles en el mercado local.
Consultado Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (Ageg), destacó que el precio de las divisas tiene una incidencia en el precio de los combustibles, “y está subiendo más que el año pasado, lo cual tiene un impacto marginal, pero lo tiene”.
Ejemplificó que el efecto del tipo de cambio en un año ha sido de Q0.20 a Q0.30 por galón, pues incide en el precio CIF (costo, seguro y flete), así como en el flete marítimo que se paga en dólares. “Por Q0.10 de diferencial (respecto al año pasado), hay un aumento de hasta Q0.30 por galón. “El tipo de cambio impacta en todo lo que tenga que pagarse con dólares”, puntualizó.
Recomendaciones
Rodríguez también compartió algunas recomendaciones, según la posición del agente económico que requiere dólares:
- Si es para vender dólares, el tipo de cambio es un poco favorable.
- Si es para comprar, tomar en cuenta la estacionalidad. Si se espera que el tipo de cambio continuará subiendo, adoptar las precauciones del caso.
- Comprar dólares antes de necesitarlos con urgencia puede ser algo ventajoso.
- El tipo de cambio en Guatemala tiene dos estacionalidades: a la baja en algunos meses del primer semestre y al alza en el segundo.