Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) y Amador Carballido, director general de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), brindan su visión a Prensa Libre sobre el comportamiento de la divisa.
Las autoridades monetarias informaron la semana pasada que este es un comportamiento normal en el mercado que se presenta todos los años, y llamaron a los agentes económicos a no alarmarse.
Jorge Briz: “Es una devaluación artificial”
¿Cómo han analizado el comportamiento del tipo de cambio?
En las últimas semanas se ha devaluado, al punto que hoy (el lunes) se coloca a la venta en algunos de los bancos del sistema en Q7.95 por US$1, y se ha dicho que el tipo de cambio se ha devaluado como un fenómeno estacional. Yo quisiera aclarar que ese tema no es cierto.
¿Por qué razón?
Al analizar el tipo de cambio y, por ejemplo, en septiembre del año pasado, el banco central reporta el tipo de cambio se encontraba a Q7.73, y en septiembre de este año, se encontraba nuevamente en Q7.73.
Adicionalmente, los comerciantes que en su mayoría importan sus productos para fin de año ya los han pagado, porque esos bienes tendrán que entrar al mercado en octubre o a más tardar a principios de noviembre, porque de otra manera los productos no podrían llegar a los mayoristas y posterior a los consumidores.
Además, hay un tema de las más de US$20 mil millones en Reservas Monetarias Internacionales (RIM), y el banco central puede comprar divisas en dos vías: ya sea por la participación en la regla cambiaria o comprar por acumulación por reservas monetarias.
¿Cuáles son los hallazgos?
Ahí establecemos que cuando es la participación del banco central en regla cambiaria, es una regla general, establece reglas claras para todos los participantes; cuando la regla se activa para comprar o vender o, cuando se devalúa o se deprecia la moneda en determinados porcentajes. Y eso es una regla de conocimiento de todos los participantes en el mercado.
Ahora bien, cuando el banco central interviene por acumulación de reserva monetarias internacionales, lo hace no por una aplicación de una regla, sino de una manera discrecional y muchas veces a criterio.
Se ha podido establecer que por la aplicación de este sistema de acumulación de RIM, el banco central compró en 2018 US$455 millones, en 2020 compra US$734 millones, en 2021 compra US$1 mil 500 millones y en lo que va del presente año ha comprado US$1 mil 396 millones, lo que significa que ha retirado una gran cantidad de recursos que deberían de estar en disposición en el mercado.
La pregunta fundamental es que sucedería en el mercado cambiario si solo este año el banco central no hubiera retirado de manera discrecional los casi US$1 mil 400 millones, y la respuesta es que el quetzal no se hubiera devaluado en las proporciones que ha ocurrido en este mes, y si esos dólares permanecieran en el mercado, para ser utilizados por los agentes económicos.
A su juicio, ¿cuál es la importancia?
Cada vez que la moneda se devalúa de manera artificial y dado a un aspecto meramente discrecional y arbitrario, eso empobrece a los guatemaltecos y genera inflación. Por ejemplo, si antes se podían comprar dólares a Q7.70 y hoy le cuestan Q7.95, significa que se ha quitado poder adquisitivo entre 2 a 3%, y eso también genera inflación, porque encarece los productos en el mercado, y le quita el poder adquisitivo a la población.
¿Qué han analizado sobre la participación en acumulación de reservas?
Esto lo aprobó la JM, no debe intervenir en el mercado, arbitraria, y discrecionalmente, sino con un regla clara y transparente, porque esto es caprichoso. Cuando la banca central establece sin ningún fundamento que quiere seguir acumulando reservas, lo que se genera es una escasez de dólares, cuando lo que tiene que aplicarse es estrictamente es la regla de participación con regla cambiaria.
Entonces al establecerse el otro mecanismo, de alguna manera se está manipulando el tipo de cambio. Se deberían de devolver las divisas que se han comprado por acumulación de reservas al mercado, y es muy claro, porque esta devaluación que se presenta en septiembre no obedece a una mayor demanda, y que sentido debe teniendo más de US$20 mil millones en reservas seguir acumulando más reservas.
Según ustedes, y sin esta participación por acumulación de reservas, ¿en cuánto debería estar el tipo de cambio?
Es muy difícil de establecer, habría que tener una serie de análisis y mecanismos; pero lo que sí es claro y evidente, solo en lo que se acumulado en lo que va del año de los US$1 mil 400 millones, no tendríamos la devaluación que se ha presentado en este último mes, que es claro y evidente. Pero si lo sumamos lo del 2021 que se retiró en el mercado, podría ser que el tipo de cambio se colocara en Q7.55 a Q7.60.
¿Cuál es la petición del sector comercial?
Es muy clara, y no queremos que se esté subvencionando el tipo de cambio, ni tampoco que se esté privilegiando con una moneda devaluada las exportaciones, y lo que deseamos es un tipo de cambio real que obedezca a las condiciones del mercado. No queremos intervenciones inadecuadas de compra de divisas que no obedecen a la realidad del mercado.
Además, que el banco central deje de comprar divisas de manera discrecional y de alguna manera arbitraria por acumulación de reservas monetarias, y deben intervenir el mercado exclusivamente con la participación de la regla cambiaria.
Amador Carballido: “Es algo temporal y muy puntual”
¿Cómo han analizado el comportamiento del tipo de cambio?
Estamos viendo una ligera o leve devaluación hacia arriba de los Q7.80 en las últimas tres semanas, la cual ha llamado la atención del público. Ya hace tiempo, y aunque hay efectos estacionales, también aparecen otros elementos que explican la devaluación, que es pequeña, pero que no se había observado desde hace algún tiempo.
¿Qué situaciones creen que ahora se han presentado?
Había dos elementos: el estacional, el cual es correcto, no es una temporada alta de entrada de divisas de exportación en este momento, y la temporada alta es en noviembre o diciembre y entran muchas divisas por ventas al exterior.
El segundo elemento que sí es más claro, y que se ha observado es una desaceleración (ritmo de crecimiento menor) en las divisas por remesas. Al revisar la tasa de crecimiento, y no digo el volumen total de las remesas, se observa que hay una cierta reducción en el dinamismo de las transferencias.
Eso de alguna manera puede estar provocando que temporalmente exista una mayor demanda de divisas, y que tengamos un tipo de cambio ligeramente devaluado.
¿Es una tendencia firme?
Es nuestra impresión que es algo temporal y muy puntual, que conforme a los flujos de exportación y remesas sobre todo para finales de año que por fiestas navideñas suben, regresa el tipo de cambio a los niveles que se ha venido observando alrededor del Q7.70 que era lo que se observa en los otros años.
Hay otro factor que podría tener algún efecto, pero que todavía no lo hemos de descifrar, es el aumento de la tasa líder de interés, porque, al final del día, el aumento del indicador lo que ha hecho, es que se trata de retirar liquidez del mercado para disminuir las presiones inflacionarias, aunque la liquidez que se pueda sacar del mercado pueda ser más en quetzales, pero no lo hemos visto así.
Hay posturas que ha realizado la banca central, para la compra de divisas en el mercado institucional no han tenido respuesta o de los compradores habituales.
¿Cómo lo interpreta el sector?
Temporalmente es positivo, porque es lógico, que ante una devaluación la competitividad de las exportaciones mejora. Sin embargo, es un fenómeno muy puntual, en una temporada baja de exportaciones, entonces no es el efecto sobre los flujos del exportador se vayan a afectar muchísimo, y no vemos que se mantenga en los niveles en el resto del año. Habría que ver el efecto inverso.
¿Qué podría verse a futuro y al corto plazo?
Que el tipo de cambio empiece a regresar a su cauce normal, y estaríamos pensando que sería en noviembre, ya que la temporada alta de exportaciones empiezan en ese mes, y de las remesas. Creemos que, en octubre, pueda pasar el dólar relativamente devaluado.
La tasa líder puede ir en efecto contrario de revaluarlo, y si se empieza a sentir que el retiro de liquidez se concreta, entonces, se tendría un efecto inverso, porque ahí se retiran quetzales y el efecto del valor se hace al revés.
¿Considera que puede haber un deslizamiento para beneficiar al sector exportador, como lo dice el importador?
Lo pueden decir, pero no tiene sentido, porque no es temporada alta de exportaciones. No tendría un sentido que ahora nos están beneficiando, y aparte que al analizar las cifras de intervención por el banco central han sido mínimas, me refiero a una intervención en el sentido en lo que puede provocar una devaluación, y ellos estarían incorporando bastante más dólares a la economía, y no se está viendo.
Al no estar en temporada alta de exportaciones, el argumento se cae. No hay sentido, porque no se está interviniendo por la banca central y no se está en temporada alta.
Según ustedes, ¿en cuánto debería estar el tipo de cambio?
Es difícil de establecer un valor real. En principio, uno se basa en la balanza de pagos, ingreso/egreso de divisas y hoy el país maneja un equilibrio bastante fuerte en divisas. Sin embargo, por la subida del combustible y otros bienes, la necesidad de divisas aumentó. Por efecto de esas dos cosas se podría tener un valor de la divisa revaluada.
Los combustibles, materias primas, y otros productos en el mundo están más caro, y porcentualmente se aumenta la demanda de divisas para las importaciones.
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