El anuncio fue realizado por el director general de Walmart México, Guilherme Loureiro, en un acto al que acudió el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
La mayor parte de esta inversión, que se desarrollará en tres años, “contemplará la construcción de nuevos centros de distribución, así como la ampliación de los que actualmente tenemos, lo cual generará más de 10 mil nuevos empleos directos”, dijo Loureiro.
Estos se suman a los 200 mil empleos que ya genera Walmart y que lo convierten en el mayor empleador privado de México.
En sus discursos, ni el empresario ni el presidente mencionaron de manera expresa los amagos de Trump contra empresas que inviertan en el extranjero -particularmente en México, adonde se han trasladado millonarias inversiones estadounidenses-; pero en repetidas ocasiones se destacó al país latinoamericano como terreno fértil para invertir.
“Hay cierta rebeldía de parte de Walmart”, estimó para la AFP Carlos Sedano, académico de estudios empresariales de la privada universidad Iberoamericana.
Sin embargo, el experto matizó al explicar que la inversión de la cadena estadounidense proviene de las utilidades que se están generando en México y no en Estados Unidos, y que además esta inversión no le quita empleos a los estadounidenses, una de las grandes preocupaciones de Trump.
“No es lo mismo hablar de una empresa como Ford o General Motors (…) que tienen alta inversión en capital y tecnología y que tienen que contratar obreros especializados, que Walmart, que cae en el campo del comercio”, subrayó.
Momento de incertidumbre
El domingo pasado, Trump reiteró en Twitter su posición contra las empresas que trasladan su producción al extranjero.
“Estados Unidos va a reducir claramente los impuestos y la reglamentación de las empresas, pero una empresa que abandona nuestro país por otro país, despide a sus empleados, construye una nueva fábrica o instalación en otro país, ¡SE EQUIVOCA! si piensa que luego venderá sus productos en Estados Unidos sin ser castigada”, amenazó Trump.
El magnate ha prometido una política proteccionista -con aranceles para México y China-, bloquear las remesas de los mexicanos y retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) -que sostiene con México y Canadá- si no le resulta satisfactoria la renegociación que tiene en mente.
Este lunes, Peña Nieto comentó que la inversión de Walmart se anuncia en un momento “de enorme incertidumbre y gran aversión al riesgo”.
Pero Loureiro recalcó que “México es un país rico en oportunidades y un terreno fértil donde se puede crecer”, mientras que el mandatario destacó que con inversiones como la de Walmart “se sigue acreditando la confianza en México”.
Esta inversión será adicional a las ya programadas por Walmart en México y se suma a los 80 mil millones de pesos (unos US$3 mil 930 millones al cambio actual) que ha realizado en los últimos cuatro años.
Peña Nieto resaltó además la exitosa subasta de campos petroleros mexicanos en aguas profundas realizada el lunes pasado, con la que busca sacar de la crisis a la estatal Pemex.
Ocho de las diez ofertas se colocaron, superando por mucho las expectativas del gobierno y analistas. Empresas chinas y malayas se llevaron la mayor parte de las asignaciones, seguidas por firmas europeas y de América del Norte.
Walmart de México tiene más 2 mil 300 tiendas, a las que acuden 40 millones de clientes, y en la próxima década espera abrir cerca de 1 mil más, según cifras de la firma.
