Además, se hicieron acreedores del galardón en la categoría de Sostenibilidad Empresarial, Buenas Prácticas y Protocolos debido a que cuenta con una cadena productiva orientada al crecimiento vertical y aplicación de buenas prácticas como auditorías sociales (BSCI), certificaciones de sostenibilidad (ISCC PLUS) y sistemas de cumplimiento tales como código de ética empresarial, ética para proveedores y ética para mercados.
En un momento emotivo para los directivos al lograr el máximo galardón, recordaron todo el esfuerzo “titánico”, como lo describieron, para poder llegar a ser finalistas y que requirió de la coordinación de todo un equipo.
El evidenciar con documentos y visitas físicas todos los procesos que hacen posible exportar productos de la más alta calidad no fue una tarea sencilla, pero “valió la pena”, afirmó Mirella Pinto, directora de operaciones en Industrias Licoreras de Guatemala.
¡Vamos porque vamos! fue una de las frases motivacionales que repetían constantemente para cumplir con todos los requisitos y llegar a la final.
María Mercedes Sánchez, gerente de denominación de origen de la Industria Licorera Quezalteca expresó sentirse orgullosa del reconocimiento y reconoció que sin el factor humano no hubiera sido posible lograrlo.
“Ser galardonados como exportadores del año es un compromiso y estamos dispuestos a continuar con la misma mística y seguir produciendo los mejores rones con excelencia”, resaltó Magda de Reyes, gerente de Casa Botrán, Centro de Añejamiento.
Actualmente la Industria Licorera Quezalteca exporta a más de 25 países, entre ellos Centroamérica, Norteamérica, Sudamérica y Europa; haciendo de Guatemala un país reconocido en el mundo como un excelente productor de ron de calidad.
En entrevista para Prensa Libre las tres ejecutivas explicaron cómo la corporación, a pesar de lo difícil que fue el cambio por la pandemia, continuó trabajando sin parar los planes de innovación y lograron lanzar al mercado nuevos productos.
También, comparten cómo renovaron y fortalecieron el área de producción de alcohol medicinal, produciendo cuatro veces más de ese producto para afrontar la crisis nacional.
A la fecha, ha donado 150 mil litros de alcohol, 80 mil se entregaron a tenderos y el resto al sistema de salud.
Licores de Guatemala creció hasta cuatro veces más en su producción durante el 2020.
En 2010 obtiene la Denominación de Origen Ron de Guatemala, convirtiendo al país en un productor de Rones de clase mundial.
¿Cómo se ha reflejado el sello en los resultados del negocio y de los productos?
Mirella Pinto: Toma mucho tiempo y documentación cuando se reconoce una denominación de origen porque debe basarse en características únicas que nadie más puede replicar, tenemos calidad de suelos, añejamiento en altura, y tenemos diferencias sustanciales para un carácter especial, por lo tanto, abre puertas en mercados más maduros y exigentes que reconocen esos valores y para nosotros era una aspiración ser reconocidos para poder llegar a Europa, Asia. Por ejemplo, el poder llegar a la parte nórdica de Europa es un logro importante.
María Mercedes Sánchez: El origen eleva la reputación y hace la diferencia ante los productos que compiten en la misma categoría, y solo tres países poseen la denominación de origen, Venezuela, Francia y Guatemala es un reconocimiento que valoran en los mercados más exigentes.
Magda de Reyes: El sello avala todos los procesos y las buenas prácticas que se llevan a cabo en toda la cadena productiva es el valor agregado que nos hace diferentes. Los clientes iniciales eran Estados Unidos, México y América Latina, pero al tener el sello se abrieron las puertas en Europa, quienes al ver todo el respaldo confían más en los productos.
¿Qué procesos/productos cambiaron obligados por la pandemia?
Mirella Pinto: La pandemia hizo que rompiéramos paradigmas, lo que comenzó como una Responsabilidad Social Empresarial para abastecer las necesidades de hospitales de alcohol medicinal se transformó en cubrir una demanda real, por lo tanto, el alcohol que se tenía contemplado para exportaciones se redireccionó al mercado nacional y centroamericano, se acondicionó la planta para poderlo hacer y se logró en corto tiempo.
El cambio más grande en el área de producción fue empezar a producir en mayor cantidad el alcohol medicinal y comercializarlo.
María Mercedes Sánchez: El departamento de Recursos Humanos asumió un papel clave para mantener informado a todo el personal, de cambios de disposiciones, y lo más importante resguardar la salud de el personal. También, se vacunaron a 800 vendedores en temas de influenza y neumococo, se les brindó protección de bioseguridad porque eran quienes más salían.
En el tema de teletrabajo actualmente el 35% de todo el personal de la corporación se encuentra a distancia.
Magda de Reyes: En el caso del Museo y Centro de Añejamiento estuvo cerrado al público durante ocho meses, pero el cambio más grande que se hizo fue adaptar algunas catas a una modalidad virtual, se prepararon productos especiales y los anfitriones del museo salieron de casa en casa a entregar paquetes, porque eran cocteles y preparados, que recibían las personas y luego vivían la experiencia de un tour sensorial, que permite catar y hacer cocteles a través de unas muestras, luego ingresan a un link para recibir la explicación.
Actualmente, ya está abierto el museo y reciben grupos de 10 personas con dos recorridos al día, y solo uno el sábado.
¿Qué sucedió con los planes de innovación?
Mirella Pinto: Los planes de innovación continuaron, la pandemia no los frenó, durante el 2020 se fortaleció el departamento de Innovación y se hicieron 27 lanzamientos de nuevos productos en medio de la crisis sanitaria, fue un tiempo de reinvención. Lo que no se podía hacer se transformó en otra línea de operación, es así como la pandemia abrió nuevas oportunidades.
El ratio de participación de innovaciones versus producto regular oscila entre el 10 y 20% del volumen actual, y está asociado a que nos movemos en un mundo más competitivo y un consumidor más exigente que demanda novedad, por esa razón debemos ser más flexibles y actualmente es un factor diferencial.
María Mercedes Sánchez: Para que una innovación suceda requiere de un año y medio antes, los productos nuevos requieren tiempo y estudios, y aún en medio de la pandemia salieron nuevos, para el 2021 se tienen planeados al menos 12 nuevos lanzamientos. El portafolio completo es de 22 marcas y es importante evaluar las tendencias para cada grupo objetivo.
¿Cuáles son los planes y expectativas para el 2021?
Mirella Pinto: El principal reto es cumplir con los planes de innovación tanto a nivel nacional e internacional, solo en enero se lanzaron tres nuevas innovaciones, fabricadas y producidas. El objetivo es continuar con productos especializados en rones, que es lo más próximo, luego se deben consolidar los planes del alcohol medicinal ya como un laboratorio farmacéutico con presentaciones de alcohol en gel y líquido.
También, fortalecer mercado interno y centroamericano, cuidar el cumplimiento de costos y la rentabilidad que permite invertir en el futuro, esos son los lineamientos del año, apostar a la flexibilidad porque uno de los ejes que cambió es que cobra relevancia la transformación digital.
María Mercedes Sánchez: Son más de 12 innovaciones en todo el 2021, y también se trabajará la conexión con el consumidor a través del comercio electrónico y otros proyectos que se tienen contemplados en temas de mercadeo.
Magda de Reyes: Los planes de innovación en el Centro de Añejamiento también se trabajan con tiempo de anticipación, y esperamos que una de las innovaciones sean lanzadas desde Quetzaltenango.