En entrevista para Prensa Libre, Alejandro Ceballos, vicepresidente de Vestex, refiere que su aprobación es vital, ya que están en riesgo unos 80 mil empleos.
Después de 26 años de haberse aprobado el decreto 29-89, ¿cómo se encuentra la industria?
El decreto que empezó como apoyo para las maquilas permitió que el sector se convirtiera en un clúster, ya que importamos pacas de algodón y exportamos prendas completas.
En el país se procesa hilo, se tiñe la prenda, se realizan acabados, se etiqueta y las prendas completas se venden al exterior.
Empresarios de la industria de confección de ropa de vestir de San Pedro Sacatepéquez, del departamento de Guatemala, acudieron el viernes último al Ministerio de Economía, para solicitar que se continúe con las gestiones para que se apruebe la Ley Emergente para la Conservación del Empleo.
Mynor Granados, representante de la Asociación de Empresarios Sampedranos del Vestuario (Asiv), dijo que ellos representan a más de 60 pequeñas y medianas empresas del sector, y que generan más de 24 mil plazas de empleo formal en esa área (14 mil empleos directos y 10 mil indirectos).
El alcalde de San Pedro Sacatepéquez, Rodrigo Buch, dijo que están preocupados porque no quieren perder los empleos que con esfuerzo se han creado en ese municipio.
“Nuestro municipio se ha industrializado, y los 14 mil empleos son muy importantes. Esperamos que el Congreso la apruebe”, expuso Buch.
El ministro de Economía, Jorge Méndez Herbruger, expresó: “La aprobación de la Ley Emergente es crucial para conservar estos empleos, sobre todo en el interior del país, empleos de los que dependen miles de familias y comunidades enteras, que a su vez permiten elevar su calidad de vida”.
El funcionario explicó que lo que se busca es beneficiar a dos sectores generadores de empleo masivo (vestuario y textiles, y exportadores de servicios).
En la iniciativa también se incluyó a la industria de centros de llamadas.
El decreto 29-89 ha servido para que se desarrollen nuevas tecnologías.
¿Cómo ven esta nueva iniciativa, generará algún beneficio adicional?
No, no se ven beneficios adicionales, ya que mantiene la exoneración del impuesto sobre la renta (ISR) por 10 años.
El país tiene una industria completa, por lo que la aprobación de esta propuesta no solo beneficia a la confección.
¿Es el sector atractivo para la inversión extranjera?
En el país el 80% de la industria es de inversión de origen coreano.
¿Cuánto del monto que genera el sector se queda en el país?
Si hablamos de US$1 mil 300 millones, el 45% de ese valor se queda en el país.
Ese porcentaje paga impuestos porque los empleados pagan ISR, el que alquila la bodega paga impuesto al valor agregado (IVA) por lo que todas las partes del clúster pagan impuestos.
Se habla de solo de un gasto tributario y dicen que se dejan de percibir Q1 mil 200 millones en IVA, pero es un impuesto que nunca se recupera porque si pagará IVA al ingresar mercadería, se tendría un crédito fiscal elevado que lo tendrían que devolver.
¿Qué sucede si no se aprueba la ley?
Ahora que ya estamos conformados como un clúster quieren matar las exportaciones del sector.
Tenemos casi tres años de pelear por la aprobación de la legislación, aunque es muy simple porque solo se están salvando los empleos que existen.
Con esta propuesta se quedan fuera varias industrias como la farmacética, que tiene que competir en países en los cuales ese sector goza de subsidios.
Si no se aprueba la iniciativa en 10 años ya no habrá exportaciones, porque la industria se puede trasladar a El Salvador o Nicaragua que tienen mejores condiciones que Guatemala.
¿Cómo se dinamizaría el sector de aprobarse la ley?
En el caso de Vestex, seguiremos buscando crecer y aportar más al país.
¿Es competitiva la industria del país a escala internacional?
No, nosotros competimos y le vendemos a Estados Unidos porque ellos nos subsidian.
Ellos nos regalan sus impuestos para poder entrar.
Además, cada vez que se cierra una maquila, cientos de personas buscan migrar porque tienen que comer.
Hemos perdido mucha competitividad porque cuando no hay productividad se pierde mucho dinero, lo que no sucede en otros países. Hay que pagar feriados y séptimo. Muchas industrias se han ido del país porque ya no pueden competir.
¿Cuál es el sentir de los empresarios del sector?
Con esas medidas creen que nos van a dañar como empresarios, pero no es así, los negociantes buscamos otras opciones.
La gente que ha pasado de la agricultura a la industria es la más afectada porque se quedan sin empleo.
Por eso, Estados Unidos nos subsidia hasta 33% de impuestos contra países de Asia, pero es para que se genere más empleo en el país.
¿El sector cumple con todas sus obligaciones, como pago del salario mínimo, Seguro Social, entre otros?
Sí. Las empresas pagan el Seguro Social, y ese es un costo alto. Se pagan entre el 14 y 16 por ciento de impuestos cuando se le agrega el Seguro Social, lo que pasa es que a nadie le gusta agregarlo a la hora de hacer los análisis.
